Por Luis Miguel Romero
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Abordar el tema de la religión siempre es dedicado. Cuando el Séptimo Arte ha tocado este tema a través de las películas, es inevitable generar polémica y dividir opiniones. Más aún cuando la religión es cuestionada y enfrentada con el mundo de la ciencia. En este delicado debate entre la fe y el conocimiento, el cine nos ha regalado maravillosas propuestas que verdaderamente estremecen hasta al más escéptico. Y una de las cintas que más cuestiona ambas corrientes es la que abordamos ahora en este espacio de #Cine: Se trata de “Agnes of God”.
“Agnes of God” (en español “Agnes de Dios”, y que es un juego de palabras de la expresión en latín "Agnus Dei" / "Cordero de Dios"), es una película estadounidense de 1985, dirigida por Norman Jewison y estelarizada por Jane Fonda, Anne Bancroft y Meg Tilly. Está basada en la obra teatral homónima de John Pielmeier, publicada en 1979. Sin más preámbulo, la película cuenta lo siguiente:
En un convento católico de Montreal, Canadá, una novicia de nombre Agnes (Meg Tilly), da a luz a un bebé. Cuando las otras monjas escuchan los gritos de Agnes y llegan a su celda, Miriam Ruth, la Madre Superiora del convento (Anne Bancroft), encuentra al bebé muerto en una canasta.
Todos sospechan que la propia Agnes mató al bebé, pues su estado mental se encuentra en desequilibrio. Ante tal situación, la policía interviene y se asigna a la psiquiatra Martha Livingston (Jane Fonda), para que evalúe a Agnes y determine si puede ser sometida a juicio. La Dra. Livingston entrevista a Agnes en el convento y esta afirma no recordar haber estado embarazada. Ni siquiera sabe como se procrean los bebés. La Madre Superiora le notifica a la Dra. Livingston que Agnes es una chica pura e inocente, cuya madre siempre la mantuvo aislada del mundo, y cree firmemente que ni siquiera sabe el proceso de la concepción.
La Dra. Livingston entrevista a la Madre Superiora y esta le comenta que ya en el pasado, Agnes experimentó estigmas (según la fe católica, heridas en el cuerpo que aparecen abruptamente y que coinciden con las heridas recibidas por Jesucristo en su calvario). La Dra. Livingston también descubre, tras conversaciones con Agnes, sobre su amistad con la hermana Marie-Paul, una monja muy anciana del convento, recientemente fallecida. La monja le decía a Agnes que ella era un ser especial y le mostró el “lugar secreto”: el campanario del convento. Conforme conoce a Agnes, la Dra. Livingston confirma que, al parecer, esta tiene nulo conocimiento sobre el sexo.
Después de descartar a los posibles “candidatos masculinos” que pudieron haber sido los padres del bebé de Agnes, la Dra. Livingston consigue un permiso para que se le permita hipnotizar a Agnes y ahondar en su peculiar concepción por medio de la regresión. La Madre Superiora se opone firmemente a esta idea, defendiendo a toda costa su creencia de que Agnes es un ser especial y que su concepción bien puede tratarse de un milagro. Los argumentos que presentan, tanto la científica, como la religiosa, ponen al espectador en una disyuntiva en el transcurso de la película…
Tras su estreno, la crítica se dividió, afirmando que la cinta tenía algunas lagunas en el guión. Pero se elogiaron las actuaciones de Fonda, Bancroft y Tilly. Bancroft y Tilly lograron nominaciones al Premio Óscar como Mejor actriz y Mejor actriz de reparto, respectivamente.
De acuerdo con el autor de la obra, John Pielmeier, su inspiración para escribir “Agnes of God”, fue un hecho real sucedido en un convento en Brighton, Nueva York en 1977. Allí, una monja de nombre Maureen Murphy, dio a luz a un bebé que fue hallado muerto en su celda poco después de su nacimiento. La monja fue sometida a juicio por infanticidio y declarada demente. El colegio para señoritas del convento fue cerrado.
La obra fue representada por primera vez en el Eugene O'Neill Theatre Center en Waterford, Connecticut en 1979. Fue protagonizada por Jacqueline Brookes, Jo Henderson y Diana Wiest. La obra llegó a Broadway en 1982, en el Music Box Theatre. Fue estelarizada por Geraldine Page, Elizabeth Ashley y Amada Plummer. Plummer recibió el Premio Tony como Mejor actriz de reparto, y Page fue nominada al mismo premio en la categoría de Mejor actriz.
En México, la actriz Silvia Pinal compró los derechos de la obra para representarla en el país junto a su hija, la actriz Viridiana Alatriste, y Carmen Montejo. La trágica muerte de Viridiana en un accidente automovilístico en 1982, llevó a Pinal a cancelar el proyecto. Un año después, la obra se representó en México protagonizada por Marga López, María Teresa Rivas y Blanca Guerra. Se cuenta que Silvia Pinal nunca quiso ver la obra.
“Agnes of God” es una película de la misma línea de otras como ”Stigmata” (1999) o “Benedetta” (2021), de esas que nos ponen en una disyuntiva entre el mundo espiritual y el razonamiento científico. A pesar de que ha pasado el tiempo, el tema sigue levantando polémicas y debates y no envejece. Si tienen la oportunidad, no dejen de echar un vistazo a esta gran pieza de la cinematografía del siglo XX.
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