Por Luis Miguel Romero
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En 2024, la plataforma streaming Netflix estrenó la serie “Alexander: The Making of a God”, sobre la vida del célebre rey de Macedonia Alejandro Magno, uno de los más grandes generales y estadistas de la Historia. La serie levantó polémicas, sobre todo entre sectores conservadores del teleauditorio, debido a que expone, de manera abierta y natural, la supuesta bisexualidad de Alejandro, misma que ha sido ya planteada y discutida por historiadores desde tiempos remotos. Aprovechando este creciente interés mediático en la vida de Alejandro, en este espacio revisamos un poco acerca de su “tan controvertida” vida íntima.
Alejandro III de Macedonia nació en Pella, Macedonia el 20 o 21 de julio de 356 a.C. Era hijo del rey Filipo II de Macedonia y de la princesa Olimpia de Epiro. Desde muy temprana edad, Alejandro fue entrenado militarmente por su padre y recibió instrucción intelectual del célebre filósofo Aristóteles. Posteriormente fue acusado y rechazado por su padre, supuestamente por ser un hijo ilegítimo, viviendo en el exilio con su madre. En 336 a.C, Filipo II muere y Alejandro se convierte en su sucesor en el trono de Macedonia.
Al cabo de poco tiempo, el notable Alejandro consigue expandir su imperio por toda Asia Menor, logrando someter al poderoso Imperio Persa en 334 a.C. Al periodo de más de una década de su reinado, se le conoce como el Periodo Helenístico.
Su influencia política lo llevó hasta las puertas de la India. también conquistó Egipto, en cuyo territorio fundó la ciudad de Alejandría.
Ahora bien, ahondemos un poco a fondo en la vida íntima del célebre Alejandro. Estuvo casado en tres ocasiones con princesas persas: Roxana, Barsine-Estatira y Parisátide. Sus tres esposas eran hijas de reyes persas que las cedieron en matrimonio como alianza política con Alejandro. De sus tres esposas, se afirma que a Roxana fue a la que Alejandro más quiso. Se dice que la joven llegó a ser llamada “La mujer más bella de toda Asia” y que lo cautivó profundamente desde que la conoció.
Alejandro tuvo dos hijos: Alejandro IV, nacido de Roxana, y Heracles, nacido de su amante, Barsine. A esta última, Alejandro la conocía desde muy joven y fueron amantes por periodos intermitentes. Otra de sus amantes y concubinas más célebres fue la joven griega Campaspe, mujer de gran belleza para quién Alejandro ordenó realizar algunos retratos. Ella fue la musa que inspiró al pintor Apeles para numerosas pinturas, entre ellas la “Venus Anadiómena”. Se dice que era tal al devoción de Apeles por la mujer, que Alejandro renunció a sus afectos por ella.
Sin embargo, Alejandro también sentía atracción por los hombres. Es uno de los primeros hombres bisexuales documentados por la Historia. La sexualidad ambigua de Alejandro ya había alarmado a su padre desde la infancia. Filipo II le reprochaba el “cantar con voz aguda de mujer”, y le llevó a su lecho a la cortesana Calixtina para "curarle" de estos "males".
Desde la infancia, tenía un amorío con su amigo, el general Hefestión. De acuerdo con algunos biógrafos, Hefestion fue la persona a la que Alejandro más quiso en su vida. Ambos veneraban el amor que se tenían las figuras de Aquiles y Patroclo, los héroes del poema épico “La Ilíada”, de Homero. La muerte prematura de Hefestion, según se cuenta, llevó a Alejandro a un dolor tan profundo que rayó en la locura. No quiso separarse de su cadáver por varias horas y hubo que arrastrarlo para que lo soltara para los servicios fúnebres.
Además de Hefestion, se dice que Alejandro también tuvo como amante a Bagoas, un eunuco persa, hombre de gran belleza e inteligencia que, previamente, había sido amante del rey Darío III de Persia. Los eunucos representaban en esa época un “ideal de amante homosexual” por sus características físicas más delicadas, ausencia de bello corporal y otros detalles denominados como “afeminados”. Se dice que Bagoas fue entregado a Alejandro como botín tras la muerte de Darío III. El joven se convirtió en su consejero y finalmente lo sedujo. Se cuenta que fue en un baile, después de una batalla, que Alejandro besó a Bagoas en público. Además, a él se le atribuye acercar a Alejandro a la cultura persa. Tras la muerte de Alejandro, el rastro de Bagoas se pierde. Unos dicen que fue asesinado por órdenes de Roxana, una de las esposas de Alejandro; otros más dicen que se volvió amante y protegido de Ptolomeo I “Soter”, el fundador de la Dinastía Ptolemaica en Egipto.
La sexualidad de Alejandro ha sido plasmada en representaciones literarias y fílmicas contemporáneas. En la cinta “Alexander” (Oliver Stone, 2004), se muestran las relaciones de Alejandro (interpretado por Colin Farrell) con Roxana (interpretada por Rosario Dawson), Estatira (interpretada por Annelise Hesme), Hefestion (interpretado por Jared Leto) y Bagoas (interpretado por Francisco Bosch).
La serie streaming mencionada en las primeras líneas, ha sido acusada de sensacionalista por algunos medios y levantó polémica en Grecia por plasmar de manera abierta la bisexualidad de Alejandro, en un país en un acalorado debate sobre legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo. La serie es protagonizada por Buck Braithwaite como Alejandro.
El tema de la sexualidad de Alejandro Magno no debería de ser un debate. Su vida íntima no determina para nada sus hazañas y brillantez política. Ojalá esta situación tan clara y precisa dejara de inquietarle a tanta gente con un criterio tan estrecho, que les quita el sueño la vida sexual de un hombre que pasó por este mundo hace más de dos mil años.
LECTURA SUGERIDA:
*Daniel Ogden: “Alexander the Great: Myth, Genesis, and Sexuality”. Ed. University of Exeter Press, 2011.
*Mary Renault: “The Persian Boy”, Ed. Longman, 1972. (Sobre la vida de Bagoas).
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