Por Luis Miguel Romero
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Toda historia tiene sus figuras de culto. La comunidad LGBT+ puede jactarse de haber contado en su historia con manifestaciones artísticas y culturales muy importantes. Muchas de estas manifestaciones tienen como base e inspiración a un grupo de artistas muy trascendentales que brillaron en la vida nocturna de los Estados Unidos. Ellos son considerados como una parte vital del génesis del movimiento queer. En este espacio de #RostrosLGBT+ recordamos a los Club Kids.
Los Club Kids son un grupo de celebridades LGBT+ que arrasaron en los clubes nocturnos y en las pistas de baile estadounidenses en las décadas de los 1980s y 1990s. Uno podría pensar: ¿Esto qué tiene de trascendental? Pues bien, estas celebridades irrumpieron en la vida nocturna con un vestuario extravagante y llamativo (rayando incluso en el disfraz), una actitud desinhibida, mostrando un culto casi religioso al mundo de la moda y el fashion. Es decir, fueron creadores de una singular estética que causaba impacto por donde se pararan. Ojo: en este momento, la intolerancia hacia las manifestaciones del colectivo LGBT+, aún en un país de primer mundo como la Unión Americana, aún causaba escozor en una sociedad intolerante y de doble moral.
Los Club Kids irrumpieron en los clubes nocturnos clandestinos y marginados, primero de Nueva York, y luego del resto del país. Se trató de una de las manifestaciones de rebeldía juvenil, basada en la estética, más relevantes que hubieran surgido en el siglo XX. La libertad con la que este grupo irrumpía en las calles, raves, fiestas y clubes nocturnos, marcan una inspiración para que miembros del colectivo LGBT+, decidieran aparecer en público vestidos libremente, olvidándose del “que dirán” y de la represión y las pautas sociales. Son los albores del movimiento cultural-artístico-estético Queer, que toma como base elementos de la Alta Costura, el drag queen, el arte moderno e incluso del clown y el infantilismo.
El fundador del singular grupo fue el promotor de eventos y gran mecenas de la fiesta y la vida nocturna neoyorquina Michael Alig (1966-2020). Después de arribar a Nueva York, procedente de su natal Indiana en 1984, Alig comenzó a promover fiestas y eventos. Fue asiduo de las fiestas organizadas por el mítico artista Andy Warhol (1928-1987) en el club The Factory. Warhol era amo y señor de la fiesta neoyorquina. Al morir en 1987, Alig tomó su lugar y comenzó a organizar fiestas apoteósicas. Él y un grupo de amigos comenzaron a irrumpir en esas fiestas con un atuendo y una estética extravagantes. Lo que en un principio solo parecía ser un acto para llamar la atención, se convierte en un estilo, una forma de rebeldía ante las pautas sociales marcadas por la sociedad. Pronto otros comienzan a imitarlos. Primero fueron rechazados; formaban su propia fiesta en la parte trasera o bodegas de los clubes más populares. Al ser marginados, tomaron su propio camino y tomaron como base de operaciones otros clubes neoyorquinos como The Limelight, Palladium, Tunnel o Club USA, donde dieron rienda suelta a la fiesta y a su desfile estético y visual.
En su afán de provocar y desafiar a la autoridad, los Club Kids comenzaron a organizar sus fiestas en lugares públicos como McDonalds, Dunkin Donuts, Burger King, cajeros automáticos, parques públicos o el metro de la ciudad. Obviamente estos eventos fueron irrumpidos por la policía. Lo cierto es que todo el mundo deseaba asistir a las populares fiestas de los Club Kids. La escena rave y el auge de la música techno también comenzaron a formar parte de la parafernalia de los Club Kids.
La televisión comenzó a realizar reportajes sobre estos singulares personajes. Figuras como Joan Rivers y Phil Donahue los presentaron en sus shows televisivos. Artistas como Bjork, Joan Jett, David Bowie o Sinead O’Connor comenzaron a estrechar lazos con los Club Kids, fascinados por su estilo.
Ahora bien. A parte del ya mencionado Michael Alig, otros integrantes de este selecto y fabuloso grupo fueron el presentador televisivo James St. James (mentor, amigo y posterior rival de Alig), el músico DJ Keoki, el artista Walt Cassidy, el diseñador Richie Rich, la actriz Lisa Edelstein (de la serie "House"), la músico Screaming Rachel, la diseñadora Patricia Field, el Dj Larry Tee, el poeta Apollo Braun, la drag queen Lady Bunny, el periodista Michael Multo, el camarógrafo Nelson Sullivan (quienes documentaron de manera intensa el movimiento de los Club Kids), la actriz Chloe Sevigny (quien acercó a los Club Kids a los altos niveles de la moda al modelar para marcas como Jean Paul Gaultier y Calvin Klein) y las hoy míticas Amanda Lepore, mujer trans, icono de la moda e icono LGBT+, y RuPaul, la hoy mundialmente célebre y famosa reina de las drag queens, entre muchos otros más.
Por desgracia, el declive del grupo acontece hacia finales de los años 1990s. El hecho fatal que marca el destino del grupo, es el asesinato de uno de los integrantes del grupo, el dealer y traficante colombiano Andre “Angel” Melendez, a manos de Alig y su roomate Robert D. "Freeze" Riggs. El crimen fue resultado de una deuda morosa. Ambos fueron arrestados meses después y purgaron condenas en prisión.
Por desgracia, este hecho puso a los Club Kids en la mira de las autoridades. El uso de drogas dentro del grupo era bien conocido por todos. El entonces alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, a través de su operativo “Quality of Life”, comenzó a regular a los clubes y la vida nocturna en general de la ciudad. En medio de esta represión, el grupo se desintegró.
En 1998, los cineastas Fenton Bailey y Randy Barbato, realizaron el mítico documental “Party Monster: The Shockumentary”. Basado en las memorias de James St. James, el documental narra el esplendor de los Club Kids y sus principales integrantes.
En 2003, los mismos cineastas deciden realizar la biopic “Party Monster”. La película se centra en la vida de Michael Alig, interpretado en el filme por el actor Macaulay Culkin.
El maravilloso movimiento Queer de la actualidad, basado en una estética libre, fashion y andrógina, misma que refleja la libertad del ser humano de ser y vestirse como le venga en gana, tiene a los Club Kids como una fuente de inspiración y precursores. Los Club Kids forman parte de un momento muy importante de la historia y la cultura LGBT+ y vale la pena rendirles un homenaje en este espacio.
LECTURA SUGERIDA:
*James St. James: “Disco Bloodbath: A Fabulous but True Tale of Murder in Clubland”, Ed. Simon & Schuster (1999).
*Waltpaper (Walt Cassidy): “New York Club Kids”, Ed. Damiani Ltd (2019).
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