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Foto del escritorLuis Miguel Romero

Rostros LGBT+: Xóchitl

Actualizado: 9 jun 2023

Por Luis Miguel Romero

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Instagram: @luismiguelr03


Le decían “La Reina de Reinas”, y a últimas fechas, ya es posible encontrar un poco más de información sobre ella en los medios virtuales. Pero durante muchos años, su historia era un misterio. Muchos la recordaban, pero pocos hablaban de ella. Parecía como una leyenda urbana desdibujada por el paso del tiempo. Y aunque el medio en el que se desenvolvía no la colocaba para nada como un modelo a seguir, lo cierto es que también forma parte de la Historia de la comunidad LGBT+ de México. En este espacio de #RostrosLGBT+, hablemos sobre Xóchitl.




Xóchitl era una poderosa travesti que deambulaba en aquellas divertidas, turbulentas, efervescentes y locas noches de la capital mexicana de las décadas de los 1970s y 1980s. En ese entonces, la vida nocturna de la capital mexicana estaba en uno de sus momentos climáticos. Los centros nocturnos, bares, discotecas y cabarets capitalinos estaban en uno de sus momentos de mayor esplendor. Y la vida nocturna del colectivo LGBT+, florecía de forma pujante, entre el misterio y la marginación. Y en medio de ese frenesí aparecía de manera frecuente este personaje.


Su nombre real era Gustavo Xochilteotzin y nació en Tacámbaro, Michoacán, México el 2 de agosto de 1932. Según algunas fuentes, era de extracción humilde y tuvo una infancia difícil. Sufrió marginación y burlas por su orientación homosexual en la escuela y en su propia familia, pues se cuenta que fue rechazado por su padre. Esta situación lo llevó a abandonar su pueblo natal. Se instaló en Querétaro, donde trabajó como florista y en donde decidió ejercer su libertad sexual. Se cuenta que llegó a organizar las primeras fiestas con travestis de esta conservadora ciudad del Bajío mexicano y un día causó un escándalo al tener la osadía de realizar una de estas fiestas en una iglesia. El escándalo fue tal, que tuvo que abandonar esta ciudad.



Llegó a la Ciudad de México en los años 1950s, viviendo con un familiar en la calle de Tacuba, y pasó por distintos oficios: fue mesero y vendedor de una marca de fijadores de pelo en baños públicos. La suerte le llevó a conocer y a convertirse en asistente del diseñador Gene Matouk. Luego llegó a trabajar en la casa de citas de una travesti apodada La Chimichami, en la Colonia Cuauhtémoc. Allí aprendió bien el negocio y un poco después abrió su propia casa de citas en la calle de Marsella, en la Colonia Juárez. Fue allí donde apareció por primera vez La Xóchitl. Con el paso del tiempo, adquirió un penthouse en la calle de Bahía de Todos los Santos, en la Colonia Tabacalera de la capital mexicana, mismo que se convirtió en su base de operaciones.


La Xóchitl era alta, corpulenta, de tez oscura, glamurosa y muy extravagante. Hizo su debut “en sociedad” en una fiesta de disfraces del Hotel del Prado en 1974. Llegó ni más ni menos que disfrazada de Cleopatra y escoltada por un séquito que dejó boquiabiertos a todos los asistentes (El autor Carlos Monsiváis hizo una magnífica descripción de este espectáculo en su libro "A ustedes les consta").


Foto: Arturo Rivera

Desde ese momento, Xóchitl se convierte en figura estelar de la vida nocturna de la capital mexicana y, por supuesto, en una primera presencia entre el colectivo LGBT+ mexicano que se encontraba viviendo uno de sus momentos más determinantes. Ella fue una de las organizadoras del certamen Miss Universo Gay, que se celebró por varios años. También patrocinaba un certamen llamado Señorita Fiestas Patrias. Estos concursos al principio se realizaban en lugares clandestinos, llamados “de mala muerte”, pero con el paso del tiempo, se realizaban en salones y hoteles de lujo. Pero su influencia iba más allá de solo organizar concursos de belleza y fiestas espectaculares. Por mucho tiempo, Xóchitl manejó una red de lenocinio de lujo. Ella no manejaba a chicas de la calle, sino que llegó a manejar a mujeres de gran categoría y a moverlas entre círculos muy importantes del país, llámese política, alta sociedad, medio artístico, medio empresarial, etc.

Y es que Xóchitl tenía muy buenas influencias. Algunos dicen que portaba una charola que la acreditaba como parte de la policía judicial. Otros dicen que era un prominente abogado. De hecho, se le llegó a vincular como parte de un equipo cercano al Profesor Carlos Hank González, entonces regente de la capital mexicana.



De cualquier manera, Xóchitl se pavoneaba con absoluta libertad en los recintos más populares de la vida nocturna capitalina debido a que, se cuenta, que era ella quién ayudaba a gestionar permisos para que estos lugares pudieran permanecer abiertos en esa época tan llena de represión y acoso constante de las autoridades hacia el colectivo LGBT+. Xóchitl se vanagloriaba de ser una especie de “salvadora” y “protectora” del colectivo LGBT+. En una entrevista a la revista "Sucesos" en 1976, ella se jactaba de haber protegido a los primeros grupos activistas en pro del colectivo LGBT+ (como el FHAR). Según decía en la citada fuente, que si no hubiera sido por ella, estos grupos jamás hubieran podido florecer debido a la represión gubernamental. También se afirma que fue ella quien brindó protección para que la primera Marcha del Orgullo LGBT+ de la Ciudad de México, se realizará sin el acoso de la ley en 1979. Y es que se dice que muchos le debían favores, y a los que no, les sabía muchos secretos.


Xóchitl era una de las celebridades más recurrentes del bar 9, pues ella afirmaba haber conseguido los permisos para que operara el lugar. Allí se le llegó a ver departiendo con figuras del espectáculo como María Félix, Isela Vega, Silvia Pinal, Verónica Castro, Lucha Villa y otras más.


María Félix con Xóchitl.

Xóchitl con las actrices Lyn May, Carmen Salinas e Isela Vega, entre otros.

Xóchitl era contrastante. Se rodeaba de un séquito de chicas trans, travestis y chicos gays que le servían como una suerte de "pequeña corte", que la veneraba con vehemencia. La modelo y trabajadora sexual trans Mónica Alejandra Naná decía que gracias al apoyo económico de Xóchitl había podido florecer como "Reina de la Zona Rosa" (además de que Xóchitl también le había financiado varias operaciones estéticas). También apoyó las carreras de figuras como la vedette trans Francis, el diseñador Mitzy y el estilista Alfredo Palacios. Pero también era temida. Si algún chico la rechazaba y le hacía un desaire ¡cuidado!


Foto: Adolfo Patiño

De su vida personal no se sabe mucho. Algunas fuentes dicen que Gustavo Xochilteotzin estaba casado con una mujer y que tenía familia, pero que esta se mantenía oculta en la provincia y solo les visitaba en ocasiones especiales. Esta versión nunca ha sido confirmada.


El celuloide también sonó las campanas para Xóchitl. Apareció como actriz en películas como "María de mi corazón" (1979) y "Las apariencias engañan" (1981), ambas del cineasta Jaime Humberto Hermosillo. También tiene una aparición en la cinta perdida "A fuego lento" (1981), del cineasta Juan Ibáñez.


Ya para finales de los años 1980s, la presencia de Xóchitl se va desdibujando, a la par del eclipse de la vida nocturna capitalina. Se cuenta que sufrió un accidente hacia finales de los 1980s, una caída que al parecer le trajo consecuencias físicas. En 1989, su vida inspiró a la actriz y empresaria Margo Su para escribir la novela "Posesión".


"La Reina de Reinas" se retiró de la vida pública aquejada de las secuelas de su accidente y de problemas de gota. Se cuenta que se retiró a su natal Michoacán a vivir su vejez. Murió en noviembre de 2003, al parecer, a causa de una embolia.


Como se mencionó en las primeras líneas de este artículo, durante muchos años la historia de Xóchitl permanecía como un recuerdo, una anécdota vaga que se mezclaba con la ficción y tomaba forma de leyenda urbana, al no haber o ser difundidos testimonios tangibles que comprobaran su historia. Ahora es diferente. A un sector del colectivo LGBT+, le interesa conocer y rescatar esas historias y a esos personajes que, desde diferentes trincheras, allanaron el camino para la libertad de la que se goza hoy en día. Y es que hay un dicho que reza: “El pueblo que no conoce su historia, está destinada a repetir sus errores”. Esta es la historia de Xóchitl "Reina de Reinas", quién no fue ningún modelo a seguir para nadie, pero también es una figura que representa un momento muy significativo de la Historia LGBT+ de México.




LECTURA SUGERIDA:


*Margo Su: Posesión” (1991). Editorial Cal y Arena, México (Novela basada en la vida de La Xóchitl)


*Miguel Capistrán Lagunes / Michael K. Schuessler: “México se escribe con J” (2018) Editorial Penguin Random House, México.


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