Por Luis Miguel Romero
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Sin duda alguna el personaje más emblemático de la comunidad LGBT+ de la exitosa serie animada “The Simpsons” es el buen “Smithers”. La serie pasa ya de los treinta años de transmisiones ininterrumpidas (es la serie animada de televisión más larga de la historia). “Smithers” surgió en la primera temporada de la serie y tuvieron que pasar muchos años para su salida del armario, a pesar de que su sexualidad siempre fue un secreto a voces. para el teleauditorio.
Waylon Smithers, el nombre real del personaje, debutó en el tercer episodio de la primera temporada de “The Simpsons” titulado “Homer’s Odyssey”. Fue creado por Jay Kogen, Wallace Wolodarsky y Matt Groening. En la versión original es doblado por Harry Shearer. El personaje fue creado como una burla interna dentro de la 20th Century Fox hacía la forma zalamera y extremadamente servicial en la que actuaban los empleados con Barry Diller, el fundador de la empresa.
En América Latina, el personaje es mejor conocido como “Señor Smithers” y ha sido doblado por los actores Eduardo Fonseca y Octavio Rojas. Es el asistente personal del “Sr. Burns”, el dueño de la planta nuclear de Springfield, jefe de “Homero Simpson” y una suerte de “villano” recurrente de la serie. El personaje fue concebido como el típico “lamebotas blanco” de un tirano corporativo. Se supone que heredó el puesto de trabajo de su propio padre y tiene una extraña fijación por su anciano y perverso jefe. La admiración excesiva de “Smithers” por “Burns” bien podría interpretarse entre un amor platónico, enfermiza fijación, sobreprotección, amor paternal, co dependencia y otras obsesiones y filias más. Lo cierto es que desde el inicio de la serie siempre se mostró de manera muy sugerida que “Smithers” veía a “Burns” como algo más que su patrón. De hecho, la sexualidad ambigua de “Smithers” siempre se manejó de una manera muy sutil en la serie y fue el origen de muchas especulaciones y gags recurrentes en la misma.
Los guionistas de la serie animada dieron guiños muy discretos, pero muy evidentes de la homosexualidad del personaje: habita en el barrio gay de la ciudad, tiene una colección de muñecas “Stacy Malibu”, permanece soltero a los 40 años, tiene sueños extraños y sugestivos con “Burns”, detesta las “citas amorosas” de su jefe con mujeres y en un episodio lo besa a este apasionadamente en los labios cuando cree que el mundo se va a acabar. ¿Así o más obvio?
Y aun así, a los guionistas les siguió gustando jugar con el público al no afirmar ni negar nada sobre la sexualidad del personaje. De hecho, David Silverman, quién dirigió la serie durante muchos años, ha declarado que “Smithers” no podría ser considerado homosexual, sino más bien “Burnsexual”.
En 2004, los productores de la serie anunciaron que uno de los personajes principales de la historia saldría del closet. Todos jurábamos que sería “Smithers”. ¡Sorpresa!, la elegida fue “Patty Bouvier”, la hermana de “Marge Simpson”. En 2006, GLAAD nombró a “Smithers” “uno de los personajes LGBT+ más influyentes del mundo”. Pero no fue sino hasta 2016 cuando los productores finalmente confirmaron la homosexualidad del personaje en un episodio titulado “The Burns Cage”. En dicho episodio “Smithers” salva la vida de “Burns” en un accidente de paracaídas y le confiesa su amor al ingrato anciano, quién lo rechaza. Un dolido “Smithers” acude a la inestimable ayuda de “Homero” y termina teniendo un affaire con un cubano llamado “Julio”. No obstante, el personaje y “Burns” terminan por reconciliarse, más no formalizan ninguna relación.
En 2021, el guionista Rob LaZebnik, con asesoría de Johnny, su hijo gay, finalmente decidió dar “un regalo a la audiencia”. Y es así como en el episodio titulado "Portrait Of A Lackey On Fire", “Smithers” finalmente oficializa una relación con “Michael De Graaf”, un magnate de la moda.
Si algo alabamos de “The Simpson” es la creatividad de sus guiones y de cómo han plasmado, con toda su irreverencia, sátira, humor negro y “payasadas” una realidad muy visible de la sociedad, no solo estadounidense, sino internacional. La diversidad sexual no es la excepción. Por algo tiene el récord histórico de la serie animada más larga de la historia, y quizá también, la más exitosa.
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