Por Luis Miguel Romero
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En 1927, se estrenó “The Jazz Singer”, la primera película sonora de la historia. Con esto, la industria cinematográfica cambió para siempre. Para el año de 1930, las películas mudas quedaron obsoletas y la industria fílmica internacional se regocijaba con el auge de los talkies. Con el fin de la era del Cine mudo, muchas de sus grandes estrellas se apagaron. Algunos no tuvieron la capacidad histriónica para adaptarse a un nuevo tipo de actuación, menos gestual y exagerada; otros no tuvieron una voz atractiva y adecuada para conectar con el público. Esta situación quedó marcada como una de las más determinantes de la historia de la cinematografía, como un cruel recordatorio de que, en la industria fílmica, y específicamente en la hollywoodense, nadie es indispensable. Si una estrella se apaga, otra más ya está tomando su lugar en el firmamento. Este tema, es el argumento central de una de las películas más impactantes de la historia del cine; una de las que se atrevió a criticar y evidenciar los vicios, tejes y manejes de la industria del entretenimiento más poderosa del mundo. En este espacio de #Cine, reseñamos la mítica cinta “Sunset Boulevard”.
“Sunset Boulevard” (conocida en México como “El crepúsculo de los dioses”), es una película estadounidense estrenada en 1950. Fue dirigida por Billy Wilder y protagonizada por la mítica diva del cine mudo estadounidense Gloria Swanson. La película es una ácida crítica hacia el frívolo mundo del cine hollywoodense, capaz de encumbrar a una estrella hasta lo más alto de la fama y popularidad, para luego dejarla caer y sumirla en el olvido para enfocar su atención en otra nueva estrella que, a la postre, sufrirá el mismo destino que su predecesora, en un círculo interminable de pretensiones, frivolidad, glamour, crueldad, ingratitud y avaricia. La protagonista del filme, encarnada sublimemente por Swanson, es “Norma Desmond”, una diva del cine mudo estadounidense que, al pasar su gloria como estrella de cine, lucha patéticamente por sobrevivir al olvido y el abandono.
El argumento de la cinta es el siguiente:
Todo inicia con el cadáver de un hombre flotando en la piscina de una vieja mansión ubicada en el mítico Sunset Boulevard de Los Ángeles, California, calle famosa por haber albergado las residencias de algunas de las más grandes estrellas del Hollywood de los años 1920s. A manera de flashback, una voz en off cuenta una historia. Dicha historia es la de Joe (William Holden), un hombre que trabaja como guionista para los estudios cinematográficos Paramount Pictures. Pero los guiones de Joe ya no llaman la atención de los productores de cine. Las deudas y los acreedores persiguen al hombre y, justamente, huyendo de unos cobradores, Joe ingresa accidentalmente en la vieja mansión de la otrora estrella de cine mudo Norma Desmond, ubicada en el ya mencionado Sunset Boulevard. Norma encuentra a Joe y, tras descubrir que es un guionista de cine, se entusiasma. La madura mujer, diva olvidada con delirio de grandeza, planea su “triunfal” regreso al cine con un guión que ella misma escribió. Joe le sigue el juego a la decadente estrella y termina aceptando ayudarla a volver al cine, buscando sacar provecho de la evidente inestabilidad mental y emocional de la mujer.
Joe se muda a la mansión de Norma para asesorarla en el guión. Ella se enamora de él y Joe comienza a vivir a sus costillas. Con Norma vive también Max (Erich von Stroheim), su fiel mayordomo. Max le confiesa a Joe que él escribe las cartas que Norma cree que aún le envían sus fans. Joe descubre que Max es en realidad el primer marido de Norma, un antiguo cineasta que la descubrió y la convirtió en la gran estrella de la Paramount Pictures en los años 1920s. El hombre nunca ha dejado de amar a su "gran estrella" y comparte y consuela a Norma en su patética desgracia del presente.
Un día, Norma recibe una llamada de la Paramount y cree, ilusamente, que los estudios se han interesado en su guion. Norma acude a los estudios de cine y se entrevista con el mítico cineasta Cecil B. DeMille, quién también la dirigió en sus épocas de gloria fílmica. DeMille le sigue la corriente a Norma; se compadece de ella y no se atreve a decirle que, en realidad, los estudios de cine la han buscado por que se han interesado en rentar su auto Isotta Fraschini modelo 1929, para una película de época.
Norma comienza a prepararse para su supuesto retorno al cine. El problema viene cuando Norma descubre que Joe tiene amoríos con Betty (Nancy Olson), una lectora de guiones de la Paramount. La decepción de perder a su amante palidece para Norma ante el hecho de descubrir la farsa sobre su regreso al cine. Aquello traerá trágica consecuencia.
El director Billy Wilder fue un gran admirador de la cultura fílmica estadounidense en su juventud, en los 1920s. Cuando inició su carrera como director en Hollywood en los 1940s, muchas estrellas del cine mudo aún vivían, pero estaban alejadas por completo de la industria. Su estilo de vida, tras la fama y la gloria, causaban mucha curiosidad a Wilder.
En 1948, Wilder junto con Charles Brackett, comenzaron a escribir un guión basado en una estrella del cine mudo decadente, tratando de sobrevivir al paso del tiempo y el olvido. Ambos se inspiraron en muchas estrellas del cine mudo para crear al personaje de Norma Desmond. Ellos pensaron en numerosas estrellas del cine mudo para interpretarla. Mary Pickford, Pola Negri, Greta Garbo, Clara Bow, Norma Shearer y Mae West, fueron consideradas para el rol estelar, pero todas ellas se sintieron ofendidas y se negaron a ser retratadas como divas en decadencia. Por consejo del cineasta George Cukor, le ofrecieron el guión a Gloria Swanson. Swanson tuvo titubeos. Ella se alejó del cine con la llegada del cine sonoro, pero seguía vigente en el teatro y la televisión. Cukor la convenció, asegurando que, de aceptar el guión, quedaría grabada en la historia del cine.
El personaje de Desmond, prácticamente se fusionó con Gloria Swanson, tomando muchos aspectos de su vida y personalidad. Gloria Swanson fue una de las grandes divas del Hollywood de la era del cine mudo. Fue reconocida por su belleza y extravagancia y llegó a ser la actriz mejor pagada de Hollywood en los años 1920s. Prácticamente, gracias a ella, se fundaron los estudios de la Paramount Pictures. La carrera de Swanson decayó tras la llegada del cine sonoro, específicamente tras el fracaso de la película “Queen Kelly” (1928), una de sus últimas cintas mudas. Esta cinta fue dirigida por el cineasta Erich von Stroheim. Swanson ordenó que despidieran al director y, en consecuencia, la carrera de Stroheim también se acabó en Hollywood. Wilder contrató a Stroheim para interpretar a Max, el mayordomo de Norma Desmond en la cinta. Su vida y la de Norma, tienen paralelismo con la propia vida, carrera y decadencia de Swanson y Stroheim. Fue una ácida, pero muy eficaz estrategia de Wilder.
Para interpretar a Joe, el guionista vividor, se pensó en Marlon Brando y en Montgomery Clift. Este último la rechazó debido a la crítica, pues en ese momento, el actor, al igual que el personaje, era amante de una mujer madura, la cantante Libby Holman. Finalmente se contrató al talentoso William Holden. El director de cine Cecil B. DeMille, el actor de cine mudo Buster Keaton y la columnista de chismes Hedda Hopper, se interpretan a sí mismos en la película.
El título de la cinta tiene también una razón: En el Sunset Boulevard se inauguraron, en 1911, los primeros estudios de cine de California.
Antes del estreno oficial de la cinta, la Paramount organizó una proyección privada de la misma. Dicha proyección causó revuelo. La actriz Barbara Stanwyck se arrodilló en reverencia ante Gloria Swanson. El productor Louis B. Mayer insultó a Wilder diciéndole que “mordía la mano” de la industria que le daba de comer. Gloria Swanson quiso saber las impresiones de Mary Pickford, máxima estrella femenina del cine mudo estadounidense, pero Pickford no pudo hablar, diciéndo estar demasiado abrumada después de ver la cinta.
Mae Murray, otra de las divas del cine mudo refutó: “Ninguna de nosotras estábamos tan locas”.
La película fue un éxito enorme en taquilla y la crítica la aclamó como una de las mejores películas jamás filmadas en Hollywood. Gloria Swanson, William Holden y Erich von Stroheim recibieron nominaciones al Premio Óscar como Mejor actriz, Mejor actor y Mejor actor de reparto, respectivamente. En total, la película acumuló 11 nominaciones al Óscar, siendo superada por la cinta “All About Eve”, que acumuló 14 nominaciones ese mismo año. Desde 1989, la cinta forma parte del acervo fílmico preservado en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
En 1951, la cinta fue adaptada para la radio, con Swanson y Holden repitiendo sus personajes. En 1952, se tuvo la intención de adaptar la cinta para una obra de Broadway, con Swanson a la cabeza del proyecto, pero este no cristalizó.
Fue en 1993 cuando la cinta se adaptó como una obra musical bajo la batuta de Andrew Lloyd Webber. Se estrenó en Londres con la actriz Patti LuPone en el rol de Norma. En 1994, el musical llegó a Broadway con Glenn Close en el rol estelar. Close ha interpretado al personaje en varias ocasiones, siendo la más reciente en 2017.
En 2017, se planteó la posibilidad de adaptar la obra musical al cine, con Close a la cabeza del proyecto, pero en 2021, el proyecto fue cancelado.
“Sunset Boulevard” es un gran clásico del Séptimo Arte, una de esas historias que se han resistido al paso del tiempo. Su trama y sus personajes no han perdido vigencia porque, aunque la industria del cine hollywoodense se ha vuelto más incluyente en cuanto a la edad y trayectoria de las estrellas, aún sigue existiendo un culto a la juventud y a la popularidad del momento. No dejen de echarle un ojo a esta gran joya de la Pantalla Grande.
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