Por Luis Miguel Romero
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Para toda una generación que pasó su juventud y adolescencia en las maravillosas y vertiginosas décadas de los 1990s y principios de los 2000s, y específicamente aquellos que buscaron opciones diversas de entretenimiento y deleite musical, el día 2 de abril de 2004 seguramente les recordará un momento muy amargo. Ese día, luego de 12 años de transmisiones ininterrumpidas, desapareció la estación radiofónica Radioactivo, que transmitía a través de la frecuencia 98.5 del espectro F.M. Ese día, para muchas personas, el el espíritu de la juventud mexicana, sufrió un golpe terrible.
Viajemos once años atrás. Era el 2 de abril de 1991 cuando llegó a nuestros oídos la primera transmisión de una estación radiofónica diferente. Una que intentaba rescatar la época gloriosa de frecuencias como WFM y Rock 101, referencias de la década de los 1980s en cuanto a “música moderna” se refiere. Y es que algunos géneros musicales (como el rock), estaban marginados. Estaciones radiofónicas con propuestas de música pop y baladas abundaban por doquier. Pero no había una frecuencia radiofónica donde se escucharan géneros alternativos. Estos eran para muchos, aún en ese momento (sobre todo para los conservadores magnates del espectro radiofónico mexicano), música de protesta, “de rebeldes” y “de vagos” y sin ningún impacto comercial. En otras estaciones no podías escuchar a Metallica, a Nirvana o los Red Hot Chili Peppers etc. Por fortuna, José Álvarez, Martín Hernández, José Luis y Alejandro Fernández, decidieron abrir espacio a diversas propuestas alternativas en una frecuencia de Grupo Imagen. Contaron con la asesoría del mismísimo Alejandro González Iñárritu, el responsable de llevar a WFM a los cuernos de la luna.
Así inició el proyecto de Radioactivo 98.5. La estación clamó por la democracia y la libertad musical, pues abrió las puertas a una multitud de géneros: Heavy Metal, el Rock en español (por allí también sonaron Café Tacvba, Molotov y Gustavo Cerati), la corriente del Dance (que alcanzó su cenit en los años 1990s) e incluso el Pop.
Pero amén del espacio que la estación brindaba a la música “alternativa”, también se caracterizó por la originalidad de sus contenidos. ¡Que divertidos y que creativos eran sus programas! Sus eslogan, sus cortinillas, sus promocionales. Todo hablaba de un equipo creativo bastante interesante. Era genuino y legítimo como nunca antes se había escuchado en alguna otra estación radiofónica mexicana. Claro, todo ello surgió gracias a un equipo maravilloso de locutores y periodistas que desfilaron por sus cabinas. De ellos podemos destacar a Olallo Rubio, Arturo López Gavito, Luis Roberto Márquez “El Boy”, Fernanda Tapia, Ilana Sod, Raúl David Vázquez “Rulo”, Abel Membrillo, Javier Ramírez “El Chá”, Jaime Camil y un enorme etcétera. La estación tenía muy claro un objetivo: nunca tomar al radioescucha como un receptor pasivo, sino hacerlo interactuar. Se habló no solo de música. También se habló de sexo, de comics, de cine. Ellos visualizaron la música como un fenómeno social, cultural y de identidad entre la juventud.
Sus promociones legaron más de una decena de discos recopilatorios (hoy en día considerados “de culto” por su valor emocional). Pero lo que más recordamos sus radioescuchas fueron sus famosos “Juguetes Radioactivo”, una serie de promocionales navideños que anunciaban supuestos juguetes absolutamente absurdos, llenos de doble sentido y humor negro. Eran realmente muy divertidos y creativos.
Pero todo tiene un final. Los rumores de la desaparición de la estación se convirtieron en una realidad. Y todo por una serie de acuerdos de negocios y estrategias entre las empresas. Grupo Imagen vendió sus acciones al Grupo Empresarial Ángeles (GEA) de la familia Vázquez Raña. El 2 de abril de 2004, Radioactivo 98.5 deja de existir en el espectro radial para dar pie a un nuevo espacio noticioso titulado Reporte 98.5 (hoy en día también inexistente).
Un sector de la juventud mexicana se indignó. Ellos pusieron en manifiesto su inconformidad en una marcha de protesta que se congregó el 30 de abril de 2004 afuera de las instalaciones de GEA, exigiendo que la estación prevaleciera. Sus protestas fueron inútiles.
El equipo creativo de Radioactivo 98. 5 buscó nuevos espacios para mantener el contacto con su público. El 15 de octubre de 2004, la estación Órbita 105.7 de Grupo IMER salió del aire, y casi un mes después aparece Reactor 105.7, una nueva propuesta radiofónica que reclutó entre sus filas a algunos de los locutores y creativos de Radioactivo. Otros de sus creativos buscaron espacios en revistas, blogs de internet o canales de YouTube.
Hoy en día, la frecuencia 98.5 lleva el nombre de RMX, un intento de recuperar un poco el legado que dejó Radioactivo. Los rumores del retorno de Radioactivo en la frecuencia 105.3 también han sonado fuertes. Solo el tiempo lo dirá.
Y para concluir, me despido con la frase característica de la estación:
“Fuck Everyone Else”
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