Por Luis Miguel Romero
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Entre las historias realizadas en el cine que abordan el tema de la diversidad sexual, encontramos una amplia variedad de géneros. Desde historias románticas, pasando por comedias, musicales, biográficas, históricas etc. Pero, obviamente, el drama también está presente en estas historias, como un reflejo más de la vida misma. Y justo una de las historias más conmovedoras y reflexivas que encontramos en el catálogo de cintas que abordan la diversidad sexual humana, se encuentra la que analizamos en este espacio de #CineLGBT+: “A Single Man”.
“A Single Man” (conocida en español como “Un hombre soltero”), es una película estadounidense estrenada en 2009. Es dirigida por Tom Ford, basada en la novela homónima del escritor estadounidense, de origen británico, Christopher Isherwood, publicada en el año de 1964. Es protagonizada por el actor británico, ganador del Premio Óscar, Colin Firth. El argumento de la cinta es el siguiente:
La historia se desarrolla en Los Ángeles, California en 1962. George Falconer (Firth) es un profesor universitario británico homosexual que recientemente perdió en un accidente automovilístico a Jim (Matthew Goode), su pareja durante 16 años. El dolor en que lo sume esta pérdida hace que la vida le resulte insoportable. Cae en una depresión tan profunda que hace grandes esfuerzos para realizar las tareas cotidianas de su vida. Una mañana, George se levanta con la decisión de suicidarse con el disparo de un arma esa misma tarde.
En su clase de literatura, George aprovecha una pregunta de un alumno para hacer una reflexión sobre la utilización política del miedo para poder manipular a las masas y el trato que le dan a las minorías en esa época. Su alegato despierta el interés de uno de sus alumnos de nombre Kenny (Nicholas Hoult), quién se decide a hablar con su profesor y hacerle saber su admiración. George dedica el resto del día a resolver asuntos para dejar todo arreglado antes de su suicidio, así como a rememorar su vida junto a Jim.
Al salir de una tienda, George se topa con Carlos (Jon Kortajarena), una atractivo sexoservidor español que le ofrece sus servicios, George los rechaza pero le da algo de dinero y tienen una corta conversación en el estacionamiento, en la que el joven le expone su punto de vista sobre la vida, los cuales son positivos, aún en medio de las vicisitudes de la vida.
Al llegar a casa, George intenta consumar su suicidio, pero es interrumpido por la llamada de teléfono de su amiga Charlotte (Julianne Moore), con la que tenía una cita. Ellos pasan la velada charlando y Charlotte demuestra la atracción que siempre ha sentido hacia George. De camino a casa, George entra en un bar y se encuentra con su alumno Kenny, quién se le insinúa y le propone ir a nadar a la playa. Ambos nadan desnudos cuando un golpe de mar derriba a George, sumergiéndole y haciendo que se golpee la cabeza. Kenny lo rescata y ambos van a la casa de George. Esa noche, George pasará por una serie de situaciones y reflexiones que le llevarán a decidir sobre si vale o no la pena renunciar a la vida.
La película marcó el debut como director de cine del prestigioso diseñador estadounidense Tom Ford, quién también funge como co-autor del guión junto con David Scearce. Ford compró los derechos de la novela de Isherwood en 2007. Cabe señalar que la novela causó
un gran impacto en los Estados Unidos tras su publicación en la década de los 1960s, en pleno furor de los primeros movimientos en pro de la liberación de la comunidad LGBT+.
El equipo de producción de la cinta fue el mismo que el de la serie de televisión estadounidense “Mad Men” (2007-2015), también ambientada en la década de los 1960s.
La cinta tiene un aire melancólico muy especial. El personaje de George retrata de una manera muy convincente la depresión y la soledad de su personaje. El vestuario del personaje (a cargo de Ford, obviamente), es impecable, y enmarca perfectamente la personalidad del personaje; un peculiar contraste de su pulcra y ordenada apariencia externa, con el caos emocional que vive en el interior. La película recibió críticas positivas de los medios especializados y tuvo una buena recepción de parte del público tras su estreno en cines. Gracias a su actuación, Firth consiguió una nominación al Premio Óscar en la categoría de Mejor actor.
La película no estuvo exenta de controversias. El poster promocional original mostraba a los personajes de Colin Firth y Julianne Moore recostados juntos. Esto podría generar que el público malinterpretara la cinta y se considerara cómo una comedia romántica heterosexual más. Aunque Tom Ford nunca vio a su película con una mirada "estrictamente homosexual”, lo cierto es que estuvo de acuerdo en lo engañosa que resultaba la publicidad. El póster se cambió entonces a otro de un primer plano de Colin Firth. Sin embargo, la censura también intervino en el tráiler promocional, eliminando una escena de beso del personaje de Firth, y también sus escenas con el sexoservidor y donde nada desnudo con su alumno. Sin embargo, Tom Ford defendió esta situación y declaró: “No es que se haya “quitado lo gay” a la película. Es que se tienen que respetar las políticas sobre desnudos y sexo de las salas de cine y canales televisivos”. Sin embargo, otros señalan que el controvertido productor Harvey Weinstein, dueño de la compañía distribuidora de la película, si ordenó la reducción de "publicidad homosexual" para “limpiar” la imagen de la cinta en camino a los Premios Óscar.
“A Single Man” es una película del catálogo contemporáneo de cine LGBT+ que bien vale la pena revisar, no solo por su contenido sexodiverso, sino por sus decorosos valores de producción, rigurosas actuaciones, estética visual y simplemente por que es una buena película de drama romántico que deja satisfecho a cualquier fanático del género, no importa su orientación o identidad sexual.
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