Por Luis Miguel Romero
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La realidad, en toda su crudeza, aunque sea mostrada a través de la Gran Pantalla, no deja de ser perturbadora. Y es que el cine se ha convertido en un vehículo muy valioso para abordar una gran cantidad de temas de interés social y llegar al grueso del público, resultando un valioso vehículo para visibilizar y sensibilizar sobre determinada situación. Eso es justo lo que sucede con la cinta que se reseña a continuación en este espacio. En este espacio de #CineLGBT+, hablamos de “Sauvage”.
“Sauvage” (“Salvaje” en español), es una película francesa de 2018. Fue dirigida por Camille Vidal-Naquet y protagonizada por Félix Maritaud como “Leo”, un trabajador sexual de las calles de París. Sin más preámbulo, el argumento es el siguiente:
“Leo” es un joven de 22 años, atractivo, pero de aspecto un tanto desgarbado. El joven experimenta una molestia respiratoria que lo lleva a visitar a un médico. El doctor le ordena que se desnude para examinarlo, y en cuanto el joven se recuesta sobre la camilla, la película cambia de tono y descubrimos que el supuesto doctor es un cliente y “Leo” es un trabajador sexual. Este es el preámbulo para abordar un poco la vida del joven y su complejo camino por el mundo de la prostitución callejera masculina.
“Leo” trabaja regularmente en los alrededores de un parque de París. Vive en condiciones de indigencia. No se explica su pasado, su vida, ni los motivos que lo llevan a ejercer el trabajo sexual. “Leo” trabaja con muchos otros chicos, entre los que sobresale “Ahd” (Éric Bernard), un hombre joven y apuesto del que “Leo” está enamorado, o al menos profesa un fuerte apego. “Ahd” afirma no ser homosexual, y solo ejercer el trabajo sexual gay por dinero. Tiene detalles significativos con “Leo”, como protegerlo y aconsejarlo pero, en definitiva, no tiene ningún apego emocional hacia él. Y es que “Leo” no es precisamente el más exitoso en su oficio. Se mueve de forma torpe en el negocio; con frecuencia es abusado, robado y maltratado por los clientes, y “Ahd” suele defenderlo. Desde un inicio se nos revela que “Leo” es un ser necesitado y en búsqueda de amor y ternura. Él confunde los “detalles” de “Ahd” (más bien motivados por la compasión), con afecto y cariño.
“Leo” duerme, en algunas ocasiones, en un pequeño apartamento junto con otros chicos del trabajo sexual, pero generalmente duerme en las calles, mal come y mal bebe. El también es asiduo consumidor de drogas como el cristal, las metanfetaminas y el hachís. “Leo” sufre un revés emocional cuando descubre que “Ahd” ha decidido vivir con un hombre maduro homosexual, el cual le ofrece la solución a sus problemas y ambiciones económicas. “Ahd” le aconseja hacer lo propio y buscarse a un hombre gay maduro que esté dispuesto a mantenerlo. Pero “Leo” no quiere separarse de “Ahd”; lo persigue, lo acosa y es víctima de desplantes y agresiones de parte de este, quién finalmente le dice que partirá a España con su amante.
En el transcurso de la cinta, se descubre que “Leo” padece varios padecimientos físicos derivados de su estilo de vida y hábitos erráticos. El joven sufre, entre otros males, de tuberculosis. A partir de la partida de “Ahd”, “Leo” se cruzara en su camino con distintos personajes, entre clientes peculiares, amigos, enemigos o amantes. El hilo común de todas estas interacciones es su profunda necesidad de afecto. El título de la cinta embona perfectamente con la situación de “Leo”: es como un perrito callejero, salvaje, en busca de amor y ternura y que, a su vez, corresponde de la misma forma con quién lo trata bien.
La película es cruda, desconcertante, impactante, pero a su vez profundamente conmovedora. La cinta causó un impacto tremendo en su estreno en el Festival de Cannes de 2018 debido a sus escenas explícitas de sexo homosexual. Hubo personas que, incómodas ante lo explícito de dichas escenas, abandonaron la sala. Las escenas de sexo homosexual son explícitas en la película pero no son, para nada, eróticas o estimulantes. Están tan bien integradas a la historia que más bien resultan abrumadoras, tristes y hasta brutales. En ellas se retratan los contrastes del trabajo sexual callejero; bien puede “Leo” encontrarse con un hombre mayor que lo busca por ternura y compañía, que con una pareja de sadomasoquistas que lo cosifican, lo degradan y lo abusan. .
Inicialmente, el director Vidal-Naquet se mostró renuente a elegir al actor Félix Maritaud como protagonista, ya que buscaba un actor más joven y "de mal aspecto". Pero una vez que conoció a Maritaud, vió en él la ternura y la fragilidad que requería para el personaje estelar, desde su forma de caminar, hasta la forma de moverse y de hablar, ya que “Leo” es un personaje que “no habla mucho".
La película fue aclamada por la crítica internacional. Obtuvo el premio “Rising Star” en el ya mencionado Festival de Cannes, además de un paso notorio en el Festival de Cine de Chicago y en los Premios César del cine francés.
“Sauvage” es una película conmovedora pero que vale la pena ver. No es obligatoria para una audiencia LGBT+. Es una película que cualquier persona, con una pizca de sensibilidad, podrá apreciar y valorar. Es una mirada inteligente, cruda y brutal, pero muy honesta al mundo del trabajo sexual en particular, y a los contrastes y dureza de la vida en general.
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