Por Luis Miguel Romero
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Esta película aborda un tema que es piedra de toque en la historia del colectivo LGBT+ en México; una pieza muy singular en el amplio rompecabezas que es la Historia del país. Se trata de la película “El baile de los 41", del cineasta David Pablos, estrenada en noviembre de 2020 en cines, y en mayo de 2021 vía streaming a través de la plataforma Netflix. Como su nombre lo indica, la película está basada en aquel singular evento ocurrido en México a principios del siglo XX. En este espacio de #CineLGBT+, hablaremos de este polémico episodio de la Historia y, desde luego, de esta pieza cinematográfica.
Sin hacer spoiler sobre la película, es importante rescatar un poco la historia real en la que está basado el filme, misma que es del dominio público, pues forma parte de la Historia contemporánea de México. Todo gira en el famoso Baile de los 41 (más bien 42). La noche del 18 de noviembre de 1901 en la Ciudad de México, en plena época del Porfiriato (periodo de la historia de México cuando Porfirio Díaz fue presidente), en la calle de La Paz (hoy Ezequiel Montes), en la colonia Tabacalera, una redada policial irrumpió en una casa donde se realizaba “una reunión de maricones”. Cuarenta y dos caballeros bailaban y convivían en el evento privado, pero el escándalo se derivó del hecho de que, 19 de ellos, se encontraban vestidos de mujer.
La identidad de dichos señores nunca fue revelada, pero en ese baile se encontraba gente muy importante de la sociedad y política mexicana. La prensa de la época se dio vuelo difundiendo la escandalosa nota. El nombre que la prensa puso a este bochornoso episodio fue El baile de los 41 maricones. Sin embargo, como ya se mencionó, en dicho asunto intervinieron 42 caballeros. La identidad del involucrado número 42 fue oculta porque se trataba ni más ni menos que de Ignacio de la Torre y Mier, yerno del presidente Díaz, quien estaba casado con su hija mayor, Amanda Díaz. Obviamente por consideración al mandatario, a su yerno le fue permitido hacer la graciosa huida durante la redada.
Ignacio de la Torre y Mier (Nachito para los cercanos), ya tenía tras de si un largo historial de rumores sobre su homosexualidad. Hay una historia que dice que, alrededor de 1906, Nacho pudo haber sostenido un tórrido romance con el héroe de la Revolución Mexicana, el General Emiliano Zapata “El Caudillo del Sur”. Zapata había sido su caballerango en la Hacienda que Ignacio poseía en Tacubaya. Ambos se encontraron después, durante la lucha armada de la Revolución y se dice que Zapata le tuvo prisionero en Morelos, para después dejarle ir en consideración a aquella relación que mantuvieron, que dicho sea de paso, no está registrada de manera oficial por los libros de Historia del país, pues para algunos resulta “casi sacrílego” ensuciar el buen nombre de una héroe de la patria acusándole de homosexual.
Aquellos involucrados en el evento que no corrieron con tanta suerte como Nachito, fueron sometidos por el ejército, y aquellos poco influyentes que no pudieron negociar su libertad, fueron condenados a trabajos forzados en aquel horrible cuasi campo de concentración ubicado en Valle Nacional, Oaxaca, el llamado Valle de los Miserables. Otros más fueron a parar a Veracruz y Yucatán.
Dato curioso: este episodio de la Historia de México, legó una creencia en la cultura popular mexicana, que relaciona el número 41 con la homosexualidad, tanto de manera despectiva, como también humorística. El mismo colectivo LGBT+ ha tomado el número 41 como una especie de símbolo.
Algo a destacar de este controvertido suceso, son los excelentes y simpáticos grabados realizados por el caricaturista mexicano José Guadalupe Posada, que ilustró el hecho con pelos y señas en diversos medios impresos, donde no faltó aquel que escribió también poemas y coplas picarescos, dignos del buen humor y picardía del mexicano.
En 2001, la comunidad LGBT+ de la Ciudad de México colocó una placa como forma de desagravio a este episodio en el Centro Cultural José Martí. En junio de 2019, se llevó a cabo la edición número 41 de la marcha del orgullo LGBT+ de la Ciudad de México con el tema "Orgullo 41: Ser es resistir" conmemorando este histórico episodio.
Ahora enfoquémonos en la ya mencionada película que toma como referencia este histórico episodio. El argumento no es más que una versión novelada de este episodio histórico desde la perspectiva de Nachito. Aborda también su complejo matrimonio con Amanda Díaz y , sobre todo, el profundo amor y pasión que brota en él tras conocer a Evaristo, su amante.
La producción de la misma arrancó en 2019. Se filmó parte en Guadalajara y parte en la Ciudad de México, tomando como locación algunos bellos edificios históricos (las propiedades de Nachito ya no existen). El cineasta David Pablos y el maravilloso guión de Monika Revilla supieron adaptar perfectamente la historia en un argumento romántico maravilloso. La fotografía, a cargo de Carolina Costa, resulta sublime y presenta unas imágenes de enorme belleza y de brutal expresión, que enmarcan a la perfección ese aire melancólico que envuelve la Historia. Y es que la película nos regala unos cuadros que se quedan para la posteridad en la historia del cine mexicano, pero también en la sub-cultura LGBT+.
Punto y aparte merecen las actuaciones. Mabel Cadena es Amanda Díaz, la ignorada, utilizada y frustrada esposa, que sufre la indiferencia marital y sus fugas nocturnas. Emiliano Zurita encarna a Evaristo, amante ficticio del personaje principal, que ha resultado ser una de las revelaciones más gratas de la cinematografía mexicana de los últimos años. Y el que se lleva la corona es Alfonso Herrera en el rol estelar de Nachito. Y es que Herrera dota a su personaje de un dramatismo impactante y nos hace vivir, sufrir y gozar con él la frustración, la desesperación, el amor, el erotismo, la tristeza, el sufrimiento, la mentira y el abandono que vive su personaje.
El resto del elenco es maravilloso. Entre los 41 podremos ver gratamente a varios rostros conocidos del mundo del teatro y del cine nacional. Como detalle extra, el final de la película en esta versión streaming es diferente al de la versión cinematográfica.
Altamente recomendable “El baile de los 41”. Al público en general le va a dejar un gran aprendizaje y comprensión de muchos aspectos de índole sentimental y emocional del colectivo que no conoce ni comprende el público heterosexual. Y al colectivo LGBT+ le va a impactar de una manera brutal; todos se sentirán identificados en algún momento con Nachito. Todos en algún momento de la vida hemos sido parte de algún Baile de los 41.
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