Por Luis Miguel Romero
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Sin duda alguna, existen mujeres que se adelantaron a su época. Mujeres que en su momento fueron consideradas como transgresoras o escandalosas, pero que, a la luz del tiempo, más bien debemos de reconocer como mujeres valientes que se atrevieron a desafiar los convencionalismos morales y sociales de su época. En esta ocasión, en este espacio de #Divas, hablaremos de la mítica actriz y cantante estadounidense Mae West.
Mary Jane West nació el 17 de agosto de 1893 en el barrio de Brooklyn, Nueva York, Fue la mayor de cinco hijos del boxeador y detective privado John West y de Matilda Delker. Con tan solo cinco años, West debutó en los escenarios en un evento religioso. A partir de ese momento, comenzó a aparecer en eventos de aficionados. Fue en 1914, cuando comenzó a trabajar formalmente en el vodevil con el nombre de Baby Mae. Luego también trabajó bajo el seudónimo de Jane Mast. En 1911, fue descubierta en los teatros por el diario The New York Times, el cual comenzó a seguir de cerca su carrera.
En 1926, Mae produjo, escribió y protagonizó el espectáculo “Sex”, una obra con temas de índole sexual que estrenó en Broadway. La obra fue señalada por grupos religiosos como inmoral y vulgar. Mae fue arrestada y encerrada en prisión durante diez días. Lo cierto es que, a partir de ese momento, se ganó una reputación como “la chica mala” del espectáculo de la época. Tras salir de prisión, produjo la obra “The Drag”, donde aborda el tema de la homosexualidad. La obra no pudo ser estrenada por su contenido que también resultó ofensivo para sus detractores moralistas. Lo cierto es que Mae West ya hacía historia como una de las pioneras en defender los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBT+.
En 1928, Mae se anotó otro sonado éxito teatral con “Diamond Lil”. Este éxito le abrió las puertas de Hollywood. En 1932, fue contratada por la Paramount Pictures para trabajar en el cine. En este punto hay que destacar un detalle especial: Mae West venía a romper con algunas normas de la época. Era una mujer que oscilaba los cuarenta años, no poseía una belleza clásica, era de baja estatura y algo rolliza. Es decir, no encajaba con los cánones de "belleza de porcelana" que imperaban en el Hollywood de la época. Pero la astuta mujer supo suplir muy bien los detalles que tenía “en contra”. Se dice que usaba unas zapatillas especiales adaptadas para hacerla lucir más alta. Esto le dió ese peculiar estilo de caminar sinuoso que fue su marca de batalla. También usaba rellenos de hule espuma para definir su silueta y se revestía de telas, pieles y joyas muy sofisticadas.
Debutó en la película “Night After Night” (1932), donde le permitieron escribir sus propias escenas. Entonces Mae le dio vuelo a su ingenio, creatividad y agudeza, creando esas famosas frases picantes y subidas de tono que la hicieron pasar a la historia. Entre sus cintas más importantes se encuentran “She Done Him Wrong” (1933), “I’m No Angel” (1933), “Belle of the Nineties” (1934), “Klondike Annie” (1936), “Go West, Young Man” (1936), “My Little Chickadee” (1940) y “On The Heat” (1943).
Sus películas fueron un éxito. Fue una de las actrices mejor pagadas de su tiempo. Se convirtió en una bomba sexual, pues a pesar de no ser muy bella (según los cánones de la época), con sus actitudes sugestivas y picantes argumentos, destilaba una sexualidad que la hacía enormemente atractiva. Sus películas ni siquiera tenían escenas románticas o eróticas explícitas. En la pantalla, Mae interpretaba a mujeres liberales, cínicas, promiscuas y maliciosas, sin ningún reparo moral. Fue una de las primeras bombas rubias y transgresoras del espectáculo, antes de Marlene Dietrich, Marilyn Monroe o Madonna.
Mae también era una experta para evadir la censura. Ella metía escenas subidas de tono en sus películas para distraer a los censores, mientras se daba vuelo escribiendo guiones hilarantes y de doble sentido que pasaban desapercibidos. Ella decía:
“Creo en la censura. He hecho una fortuna gracias a ella”.
A Mae también se le atribuye el haber descubierto para el cine a Cary Grant, a la postre, una de las mayores estrellas masculinas de Hollywood. Según se dice, Mae lo descubrió en los estudios de cine mientras Grant fungía como gigoló.
Por desgracia, la censura terminó por presionarla. Harta de Hollywood, Mae se retira del cine y vuelve a los espectáculos de teatro, radio y cabaret. Montó un espectáculo en el Hotel Sahara en Las Vegas, Nevada en 1950. Allí aparecía cantando y actuando de lo más glamorosa y rodeada siempre de atractivos y musculosos fisicoculturistas. Ella decía:
“Mi espectáculo es para que me admiren los hombres, pero también las mujeres tienen algo que admirar”.
Se negó rotundamente a volver al cine a pesar de recibir numerosas ofertas. Una de ellas fue el rol de “Norma Desmond” en el clásico “Sunset Boulevard” (1950). Mae se ofendió de que en dicha cinta le ofrecieran el rol de una diva de cine decadente y olvidada. En los años 1960s apareció como invitada en algunos shows de televisión.
Aunque desde los años 1930s había realizado algunas grabaciones musicales, a mediados de los 1960s se enfocó en su faceta como cantante y lanzó tres producciones discográficas que incluían covers de rock. Incluso versionó algunas canciones de The Doors.
En 1970, Mae West finalmente regresa al cine en la comedia “Myra Breckinridge”, de Michael Sarne, una cinta sobre una mujer transexual interpretada por Raquel Welch. Se dice que West y Welch tuvieron una guerra de egos en la filmación de la película.
En 1978, con ochenta y cuatro años, protagonizó la comedia “Sextette”, dirigida por Ken Hughes y en donde se convertía en objeto del deseo de galanes como Timothy Dalton, Tony Curtis, Ringo Starr y Alice Cooper. West tuvo muchos problemas en el rodaje. Su vista y oído habían mermado con la edad y puso en aprietos al staff por diversas situaciones. Aún así, la crítica mencionó:
“Con 84 años, Mae West sigue siendo Mae West”.
Su vida personal fue muy intensa. En 1911 se casó con Frank Wallace, un actor de vodevil con quien sólo vivió unas semanas y de quién se divorció hasta 1942. También se le relacionó con el músico Guido Deiro, de quién se dice, quedó embarazada de un hijo que abortó voluntariamente, procedimiento que la dejó estéril. También se relaciona con el abogado James Timony, con quien tuvo una larga amistad por el resto de su vida. Otra de sus parejas fue el boxeador afroamericano Gorilla Jones. Se dice que Mae compró un edificio entero luego de que a Jones no le dejaron ingresar en él inmueble por der afroamericano. Su última pareja fue el fisicoculturista y Mr. California Chester Rybinski, treinta años menor que ella.
Hay un rumor muy curioso que ha circulado sobre Mae West. Se dice que ella murió en 1952 y que su hermano decidió suplantarla para evitar que su mito se apagara. Esto según las afirmaciones de varias personas que dicen que la apariencia de West cambió a partir de esa época. Ella se veía más alta, más robusta y más tosca en sus facciones. Otros decían que sus manos y pies eran más grandes y que incluso se le notaba una manzana de Adán. La misma Raquel Welch llegó a afirmar este rumor cuando trabajó con ella en 1970 y afirmó: “Su mirada y su piel eran las de un hombre”.
Hasta ahora, esto solo queda como una leyenda urbana que ha contribuido a ensanchar su mito.
Mae West falleció el 22 de noviembre de 1980, a los 87 años de edad en su residencia en Los Ángeles, California, como consecuencia de un derrame cerebral sufrido tras caer de su cama meses atrás.
La memoria de Mae West ha sido honrada de muchas formas. Ella aparece en la portada del disco “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” de The Beatles; Salvador Dalí la inmortalizó en sus pinturas; Su estatua se encuentra al inicio del Paseo de la Fama de Hollywood junto con la afroamericana Dorothy Dandridge, la asiática-americana Anna May Wong y la mexicana Dolores del Río; el American Film Institute la ha llamado la 15 estrella femenina más grande de todos los tiempos, y ha sido interpretada por la actriz Faye Dunaway en la película “The Calling” (2002). Se dice que ya se prepara una biopic basada en su vida y que la actriz y cantante Bette Midler podría interpretarla en la misma.
Y para cerrar con broche de oro este homenaje a este gran mito cinematográfico, les compartimos una de sus famosas frases célebres:
“Las chicas buenas van al cielo...y las malas a todas partes".
LECTURA SUGERIDA:
*Mae West: “Goodness Had Nothing to Do with It (La bondad no tuvo nada que ver con eso)“ (Autobiografía), Ed. Prentice-Hall, 1959 / 1970
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