Por Luis Miguel Romero
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Durante muchos años, la presencia de una actriz o un actor trans en el Cine Mexicano era prácticamente nula. Las diversas manifestaciones de la sexualidad humana eran consideradas tabú, y cualquier manifestación de las mismas, eran censuradas de inmediato. Durante la llamada "Época de Oro del Cine Mexicano", en los años 1940s y 1950s, en las películas mexicanas se limitaron a presentar argumentos con situaciones que implicaban travestismo, masculino y femenino. Así, vimos actores como Joaquín Pardavé caracterizado como mujer en "Doña Mariquita de mi corazón" (Joaquín Pardavé, 1953) o a actrices como María Elena Marqués o Silvia Pinal haciendo cross-dressing en las cintas "Me ha gustado un hombre" (Fernando Soler, 1945) y "Yo soy muy macho" (José Díaz Morales, 1953), respectivamente.
La primera irrupción de una actriz trans en la cinematografía nacional ocurre en la década de los 1970s. Fue Alejandro Jodorowsky quién les brindó la oportunidad a la actriz, vedette y artista plástica Terry Holiday y a la modelo, trabajadora sexual y actriz ocasional Gina D'Bico. Ambas aparecieron como extras en el mítico filme "La montaña sagrada", en 1972. Terry puede considerarse como la primera actriz trans en trabajar en el cine nacional. Ella ha aparecido en roles de soporte en cintas como "Noches de cabaret" (Rafael Portillo, 1978), "La vida difícil de una mujer fácil" (José María Fernández Unsaín, 1979), "Cuando tejen las arañas" (Roberto Gavaldón, 1979) y "Acorazado" (Álvaro Curiel, 2010).
Y ya que se menciona la cinta "Noches de cabaret", cabe señalar que allí también aparece, entre el ensamble de vedettes, la mítica vedette Francis. Con Francis existe cierta confusión, pues por presiones de la televisión, ella siempre se presentó públicamente como un travesti. Lo cierto es que Francis era en realidad una mujer trans. Ella debutó en el cine en la mítica cinta "Bellas de noche" (Miguel M. Delgado, 1975), cinta que marcó el inicio de la saga del llamado Cine de ficheras. Luego de triunfar y volverse una celebridad mediática gracias a su faceta como vedette y su show de transformismo, Francis incursionó en algunas cintas cómicas mexicanas de los 1980s (en las llamadas Sexycomedias). Incluso protagonizó la película cómica "De super macho a super hembra" (Alfredo B. Crevenna, 1989). Lo malo de estas cintas, es que abordaban la transexualidad como asunto de broma y mofa.
La primera vez que se aborda el tema de la transexualidad de manera seria en el cine mexicano fue en 1981, en la polémica cinta "Las apariencias engañan", cinta dirigida por Jaime Humberto Hermosillo. Allí, Isela Vega, interpreta el papel de una mujer trans que vuelve loco de amor y pasión a un hombre interpretado por Gonzalo Vega. En la cinta, incluso aparecía una escena donde, gracias a la magia de los efectos especiales, Isela Vega aparecía desnuda y mostrando un miembro genital masculino (fue doblada por la modelo trans Pamela Baeza). Hoy en día, esta cinta es considerada pieza de culto, pero en su momento fue censurada y prohibida.
Ya en los 2000s, la presencia de actrices trans en las películas nacionales vuelve a tomar fuerza. La actriz Alejandra Bogue debutó formalmente en el cine en la película "Sin ton ni Sonia" (Carlos Sama, 2002). Bogue ha sido parte del elenco de cintas como "Tercera llamada" (Francisco Franco, 2013), "No se aceptan devoluciones" (Eugenio Derbez, 2013) y "El viaje de Keta" (Julio Bekhor, 2019).
En 2015, bajo la dirección de Fernando Urdapilleta, llega la cinta "Estrellas solitarias". La interpretación de la actriz trans Dana Karvelas le valió varios reconocimientos internacionales, entre ellos el premio de Mejor actriz en el Feratum Fest. Karvelas ha continuado su carrera como actriz, apareciendo en filmes como "Deseo, deseo" (Eduardo M. Clorio, 2016) y "Los visitados" (Carless Jofre, 2020).
En 2022, la modelo e influencer Victoria Volkóva, forma parte del elenco de la cinta "Sexo, pudor y lágrimas 2", dirigida por Alonso Iñiguez. En ese mismo año, la actriz y comediante Eliza Sonrisas forma parte del elenco de la cinta “Maquíllame otra vez”, de Guillermo Calderón. Y para cerrar la tercia, en este mismo año, la actriz Raquel Martínez participa en la cinta biográfica "El sueño de ayer", de Emilio Maillé.
Además del trabajo de actrices trans, actores cisgénero se han caracterizado para encarnar a mujeres trans en el cine nacional. En 1999, el actor Eduardo Palomo encarnó a una mujer trans víctima de violencia sexual en la cinta "Crónica de un desayuno", de Benjamín Cann. En 2014 el actor José Pescina hizo lo propio en la cinta "Carmín tropical", de Rigoberto Perezcano. En 2021, el actor Cuauhtli Jiménez también personificó a una mujer trans en la cinta "Finlandia", de Horacio Alcalá. Ambas cintas tienen en común el abordar el tema de las mujeres muxe de Oaxaca. Cuauhtli Jiménez repitió su caracterización como una mujer trans en la cinta de denuncia social "¡Que viva México!" (2022), de Luis Estrada.
Una mención especial merece el cine documental. En la década de los 2010s hubo un gran auge de documentales mexicanos sobre la transexualidad femenina. Así vimos trabajos como "Quebranto" (Roberto Fiesco, 2013), sobre la vida de la actriz trans Coral Bonelli. Aquí vale abrir un paréntesis para destacar el trabajo de Bonelli en el Cine Mexicano. Antes de su transición, Bonelli se consagró como actor infantil y juvenil. Tras su transición, su trabajo se limitó a algunos cortometrajes, antes de su repentina muerte en 2019.
Volviendo al tema del cine documental, otros trabajos destacados en este rubro son "Casa Roshell" (Camila José Donoso, 2017), sobre la casa de transformismo fundada en la Ciudad de México por la vedette y activista trans Roshell Terranova; "Made in Bangkok" (Flavio Florencio, 2015), sobre la transición de la actriz y cantante Morganna Love; y "La felicidad en la que vivo" (Carlos Morales, 2020), sobre la vida de la activista Samantha Flores. Estos dos últimos, han competido para los Premios Ariel de la Academia Mexicana de Cine.
A comparación con la industria del cine estadounidense, de países europeos e incluso de Latinoamérica, el Cine Mexicano se ha visto rezagado en cuanto a presentar filmes que retraten la transexualidad. La transexualidad masculina incluso tiene una representación nula. Ojalá que el Cine Mexicano se abra más hacía otros espectros de la diversidad sexual y pueda, en tiempos no muy lejanos, crear una joya de película sobre la transexualidad que pueda exhibirse y triunfar mundialmente a la altura de maravillas como "Todo sobre mi madre" (1999) o "Una mujer fantástica" (2017).
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