Por Luis Miguel Romero
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A fines de la década de los 1960s, y en el transcurso de la década de los 1970s, el cine internacional vivió un período de “destape”. La censura en el Séptimo Arte había disminuido en un mundo transitando por la Revolución Sexual. El cine mexicano no fue la excepción. Nuevas historias con temáticas más atrevidas invadieron las pantallas de todo el país, y con ello, también vino el surgimiento de nuevas figuras, nuevos ídolos de la Pantalla Grande que sustituyeron a una recatada generación previa. Entre los ídolos que surgieron en esta etapa tan singular del cine mexicano, se encuentra el talentoso, atractivo y carismático Andrés García.
Andrés García García nació en Santo Domingo, República Dominicana el 24 de mayo de 1941. Era hijo del aviador español Andrés García Calle. Él y su esposa salieron de España en medio de la Guerra Civil Española, refugiándose en República Dominicana gracias a una política del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo de impulsar la inmigración europea en la nación antillana. Sin embargo, el descontento de la Familia García con el régimen dictatorial dominicano, los llevó a emigrar hacía México, específicamente en Acapulco. Fue en el puerto mexicano donde Andrés pasó parte de su infancia y juventud. En Acapulco, Andrés se desempeñó en diversos oficios, tales como pescador o lanchero. Su indiscutible atractivo físico, así como su fuerte carisma, lo convirtieron en la sensación, principalmente entre las turistas extranjeras. Dotado de un cuerpo atlético, tez bronceada por el sol, estatura, ojos claros, rostros varonil y una distintiva sonrisa, Andrés no tardó en llamar la atención de productores de cine.
En 1967, Andrés fue contratado para protagonizar la película “Chanoc”, dirigida por Rogelio A. González, adaptación fílmica de un popular cómic homónimo escrito por Martín de Lucenay y Ángel Mora. La historieta narra las aventuras de un pescador y aventurero del Golfo de México. A pesar de que no tenía formación formal como actor, Andrés cuadraba perfecto con el personaje. La película fue un enorme éxito y le abrió las puertas del mundo del espectáculo. “Chanoc” fue el inicio de toda una saga fílmica. Curiosamente Andrés solo protagonizó la primera cinta, pero esta es la más recordada por el público.
A partir de entonces, Andrés comienza una importante carrera, primero en cine, y luego en la televisión. En 1970 debutó en la Pantalla Chica en la telenovela “La sonrisa del diablo”, producida por la cadena Televisa. Durante la década de los 1970s, Andrés participa en una serie de telenovelas, entre las que destacan “Ana del aire” (1974), junto a Angélica María, y “Paloma” (1975), con Ofelia Medina. En 1977 obtiene su primer éxito cinematográfico en la cinta “Dulcemente morirás por amor”, una coproducción entre México y España dirigida por Tulio Demicheli. Si Andrés ya se había consagrado como galán de cine y televisión, a partir de este momento se consolida como símbolo sexual y uno de los más destacados “Action Men” del cine mexicano. Particularmente destacan sus colaboraciones fílmicas con el director René Cardona Jr. De estas destacan varios clásicos del cine de acción mexicano como “Tintorera” (1977), la co-producción estadounidense “Cyclone” (1977) y “Manaos” (1978). A la par, Andrés también participa en varias cintas de las sagas de los llamados Cine de ficheras y las Sexycomedias mexicanas, compartiéndo pantalla con sex symbols femeninos como Isela Vega, Sasha Montenegro y Angélica Chaín.
En 1983, Andrés realiza otra de sus películas más memorables: “Pedro Navaja”, cinta dirigida por Alfonso Rosas Priego Jr., basada en el tema musical homónimo compuesto por Rubén Blades y en donde interpreta a una especie de antihéroe que se dedica al proxenetismo.
Paralelamente, Andrés se anota otro éxito en televisión al protagonizar la telenovela “Tú o nadie” (1985), junto a Lucía Méndez.
Después de realizar una serie de películas de Serie-B y telenovelas en América del Sur, el actor retoma su popularidad al protagonizar la telenovela estadounidense “El magnate” (1989), con la cadena Telemundo. En 1995 vuelve a la televisión mexicana participando en el melodrama “Con toda el alma”, una de las primeras telenovelas realizadas por la cadena Televisión Azteca. En 1998 Andrés retoma su relación laboral con Televisa participando en la exitosa telenovela “El privilegio de amar”. A partir de ese momento, el actor realiza sus más destacadas actuaciones en telenovelas y series como “Mujeres engañadas” (1999), “El cuerpo del deseo” (2005) y “El Pantera” (2007-2008). El último trabajo profesional destacado del actor fue en la obra de revista musical “Perfume de Gardenia” (2011).
La vida sentimental del actor siempre estuvo en el foco de atención de la prensa rosa. El actor nunca ocultó su afición a las mujeres, ganando la fama de “Latin Lover” que formó parte de su mito artístico. El actor afirmó haberse relacionado con más de 300 mujeres, sin embargo, solo estuvo casado en cuatro ocasiones. Su tercer matrimonio fue el más comentado por los medios, pues estuvo unido, entre 1985 y 1993, con la temperamental actriz mexicana Sonia Infante. De su primer matrimonio el actor procreó dos hijos: los también actores Andrés García Jr. y Leonardo García, y de su segundo matrimonio, procreó a la también actriz y presentadora Andrea García.
El actor también fue célebre por haber revelado públicamente sufrir un cáncer de próstata entre los 1980s y 1990s, convirtiéndose en promotor de remedios naturales y terapias alternativas para enfrentar este mal.
Durante muchos años, el actor habitó una célebre residencia al sur de la Ciudad de México, conocida públicamente como “El Castillo”. Desde el año 2020, el actor se retiró formalmente de la actuación, instalándose, por recomendación médica, en su residencia de Acapulco. El actor abrió su propio canal de YouTube manteniéndose en contacto con su público, compartiéndo contenido a través de este medio.
Después de enfrentar varias complicaciones médicas, en 2022 el actor fue diagnosticado con cirrosis hepática. Andrés García falleció el 4 de abril de 2023 a los 81 años de edad en Acapulco.
Andrés García forma parte de una generación de estrellas del espectáculo mexicano que todavía alcanzaron el mérito de ser considerados mitos. Con su muerte partió no sólo uno de los grandes héroes de acción del cine mexicano, sino también uno de los galanes emblemáticos del género de la telenovela y uno de los mitos eróticos masculinos más destacados de Latinoamérica en la segunda mitad del siglo XX.
LECTURA SUGERIDA:
*Javier León Herrera: "El Consentido de Dios" (Biografía de Andrés García), Ed. AV Administración, 1998.
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