Por Luis Miguel Romero
Facebook: @LuisMiguelR02
Instagram: @luismiguelr03
Threads: @luismiguelr03
TikTok: @luismiguelr040
Sin duda alguna, ellas son la cereza del pastel. Sin el mal, el bien no puede triunfar. Y esta fórmula está perfectamente comprobada en los melodramas televisivos. En la historia de las telenovelas mexicanas, han existido antagonistas femeninas tan entrañables como las protagonistas. Villanas que han pasado a la Historia como parte de la cultura popular de un público que aún las recuerda por haberlos estremecido en la pantalla chica. Aquí un recuento de algunas de las villanas más entrañables del melodrama televisivo mexicano.
La primera gran figura antagónica femenina de la pantalla chica mexicana es, sin duda, Teresa, la devoradora y trepadora social creada por Mimí Bechelani en la telenovela "Teresa". Teresa encarna a la perfección el caso de la antiheroína, y por vez primera, en el melodrama televisivo mexicano, una antagonista es la figura central de la trama. Teresa ha sido encarnada magistralmente por Maricruz Olivier, Salma Hayek y Angelique Boyer en las tres versiones televisivas de "Teresa" realizadas en 1959, 1989 y 2010, respectivamente.
Maricruz Olivier, Salma Hayek y Angelique Boyer, las tres protagonista de "Teresa" (1959 / 1989 / 2010).
En los albores de la telenovela mexicana, una de las villanas mayores fue Virginia, encarnada por Fanny Cano en la primera adaptación televisiva de "La mentira" (1965), novela de Caridad Bravo Adams. Por envidia a su prima (encarnada por Julissa), la hipócrita villana generaba toda la trama de la historia. Este personaje ha sido interpretado por muchas otras actrices, pues se han realizado ya varios remakes de la historia. También de la inspiración de Bravo Adams, surge Aimée, la villana principal de "Corazón salvaje". En su primera y más entrañable versión (1966), el personaje fue interpretado por Jacqueline Andere. Al paso del tiempo, esta historia ha sido objeto de varios remakes.
Otra antagonista muy recordada es Rosa, encarnada por la actriz María Teresa Rivas en la telenovela "Gutierritos" (1967). Se trataba de una ama de casa dominante, cruel y abusiva que disfrutaba humillando y sobajando a su tímido y falto de carácter marido, el Sr. Gutiérrez, encarnado por el actor Rafael Banquells. No era usual ver a un hombre sumiso ser maltratado por una mujer en la cultura mexicana.
En la misma línea de Teresa, otra antiheroína se corona como una de las favoritas del público. Se trata de Rubí, la seductora trepadora social creada por Yolanda Vargas Dulché en la historieta "Lágrimas, risas y amor". Las tres adaptaciones televisivas de "Rubí" han sido protagonizadas por Fanny Cano (1968), Bárbara Mori (2004) y Camila Sodi (2020), respectivamente.
Fanny Cano, Bárbara Mori & Camila Sodi, las protagonistas de las tres versiones televisivas de "Rubí" (1968 / 2004 / 2020).
En 1971, aparece en pantalla otra villana que estremeció a las audiencias. Se trata de Matilde, la cruel institutriz de un orfanato, personificada por Bertha Moss, quién torturaba psicológicamente a Alejandra, una niña huérfana interpretada por María Fernanda Ayensa en "La recogida". En 1979, aparece Esther, interpretada por Rocío Banquells en el clásico "Los ricos también lloran" (1979), quién se encargó en cuerpo y alma de hacer sufrir al personaje estelar, encarnado por Verónica Castro.
En la década de los 1980s, la presencia de la villana televisiva se va consolidando. Beatriz Sheridan encarnó a Aura, una solterona amargada con un amor de tintes incestuosos por su hermano en "Vivir un poco" (1985). En 1986, aparece Catalina Creel, la llamada "madre de todas las villanas", interpretada por María Rubio en "Cuna de lobos". El caso de Catalina fue muy especial, pues estaba perfectamente concebida con la psicología de una asesina serial. En 1987, la actriz Elvira Monsell encarnó a la perversa Sofía en la telenovela "La indomable". Inolvidable la escena donde trata de matar a su sobrina pequeña ahogándola en un pantano.
En 1988 aparece Lucrecia Treviño, encarnada por Alma Muriel en "El extraño retorno de Diana Salazar", una villana obsesiva y con dominio sobre la magia negra, la cual era capaz de reencarnar siglos después con tal de seguir fastidiando a la protagonista, personificada por Lucía Méndez.
El incesto vuelve a ser tema central de la psicología de una villana (muy disimulado en la época, por supuesto). Se trata de Mercedes, villana interpretada por Margarita Sanz en "Amor en silencio". Por primera vez en el género de la telenovela en México, en el personaje de Mercedes se abordó también la enfermedad mental de la esquizofrenia. La escena donde asesina a los protagonistas el día de su boda, traumó a una generación entera.
La década de los 1980s la cierra Alejandra, interpretada por Nailea Norvind, la envidiosa prima de la protagonista, encarnada por una joven Lucero, en "Cuando llega el amor" (1989). ¿Se acuerdan de la escena donde se arroja de la azotea de su casa mientras celebran una fiesta?
"Aura" (Beatriz Sheridan) en "Vivir un poco" (1985) / "Catalina Creel " (María Rubio" en "Cuna de lobos" (1986) / "Sofía" (Elvira Monsell) en "La indomable" (1987)
"Lucrecia" (Alma Muriel) en "El extraño retorno de Diana Salazar" (1988) / "Mercedes" (Margarita Sanz) en "Amor en silencio" (1988) / "Alejandra" (Nailea Norvind) en "Cuando llega el amor" (1989).
Llega la década de los 1990s y con ella, una nueva generación de villanas. En 1990, la actriz Ofelia Guilmáin interpretó a la cruel y dominante matriarca Carlota Parlange en la telenovela "Días sin luna". Inolvidable su frase: "¡Todos son unos cretinos!"
En 1991, Diana Bracho se ganó el odio del espectador al interpretar a la Tía Evangelina, una mujer amargada que descarga su rencor en su sobrina (Daniela Castro) en la telenovela "Cadenas de amargura". En ese mismo año, la cantante María del Sol incursionó en las telenovelas encarnando a Mariana, una perversa ama de llaves con el rostro desfigurado en “Madres egoístas”.
"Carlota Parlange" (Ofelia Guilmáin) en "Días sin luna" (1990) / "Evangelina" (Diana Bracho) en "Cadenas de amargura" (1991) / "Mariana" (María del Sol) en "Madres egoístas" (1991).
La llamada "Trilogía de las Marías", protagonizada por la cantante Thalía, dejó para la Historia unas villanas excepcionales. En 1992, la actriz Laura Zapata quedó grabada en el inconsciente colectivo con su frase de "¡Maldita billetera!", con la que humillaba al personaje principal en "María Mercedes". En 1994, Chantal Andere traumó a otra generación cuando Angélica, su personaje en "Marimar", quemó vivos a los abuelitos de la protagonista al incendiar su jacal. En 1995 irrumpe la mítica Soraya Montenegro, encarnada por Itatí Cantoral en la telenovela "María la del barrio". Este personaje es tan recordado por el público, que en las últimas décadas ha sido imagen de uno de los memes más populares del internet. Para la Historia su frase célebre: "¡Maldita lisiada!".
"Malvina" (Laura Zapata) en "María Mercedes" (1992) / "Angélica" (Chantal Andere) en "Marimar" (1994) / "Soraya Montenegro" (Itatí Cantoral) en "María la del barrio" (1995).
En 1993, la actriz Laura Flores realizó una excelente interpretación del personaje de Elidé, una cruel y dominante hacendada en la telenovela "Clarissa". Magistral escena donde arroja al personaje de Leticia Perdigón a un pozo. Lucero también entró al mundo de las villanas con su genial caracterización de María Paula, la trilliza malvada en el culebrón "Lazos de amor" (1995).
Y si de parientes malvados hablamos, como olvidar a Dinorah, encarnada por Azela Robinson en "Cañaveral de pasiones". Ella era la tía malvada de la protagonista, Daniela Castro, y sus intrigas, generan todo el drama tipo "Romeo y Julieta" de la historia.
En 1997, la actriz Alma Delfina también se consagra por su caracterización de La Beltraneja, una prostituta obsesionada con un hombre menor que ella en la historia de época "Pueblo chico, infierno grande". Fue muy comentado como el personaje eclipsó por completo a la protagonista, la mismísima Verónica Castro.
"Elidé (Laura Flores) en "Clarissa" (1993) / "María Paula" (Lucero) en "Lazos de amor" (1995) / "Dinorah" (Azela Robinson) en "Cañaveral de pasiones" (1996)
"La Beltraneja" (Alma Delfina) en "Pueblo chico, infierno grande" (1997) / "Mamá Elena" (Evangelina Elizondo) en "Mirada de mujer" (1997) / "Paola Bracho" (Gabriela Spanic) en "La usurpadora" (1998).
La actriz Evangelina Elizondo plasmó un concepto diferente de villana de telenovela con su personaje de Mama Elena, la señora de sociedad impositiva, cerrada y chapada a la antigua en la telenovela "Mirada de mujer" (1997). En 1998, Gabriela Spanic representó el cliché de la "gemela malvada" con su personaje de Paola en la telenovela "La usurpadora". La década la cierra el personaje de Tamara, encarnado por Cynthia Klitbo en la telenovela "El privilegio de amar". Estaba tan trastornada, que termina rapándose en las calles de París en un ataque psicótico, en una escena memorable de las telenovelas mexicanas.
"Casilda" (Tiaré Scanda), "Alejandra" (Margarita Isabel) e "Isaura" (Sylvia Pasquel), las tres villanas de "Amarte es mi pecado" (2004).
Llega la década de los 2000s y la villana televisiva sigue floreciendo. En 2003, Maya Mishalska también se ganó el elogio de la crítica como la perversa Marianne, la impostora francesa en la telenovela "Amor real". La telenovela "Amarte es mi pecado" (2004), marco un hito al presentar a tres villanas entrañables: Casilda, Alejandra e Isaura, encarnadas por Tiaré Scanda, Margarita Isabel y Sylvia Pasquel respectivamente. Las escenas de estas tres actrices eclipsaron totalmente a la pareja estelar.
En 2005, Daniela Romo se consagra como Primera Actriz por su rol de Doña Juana, la tirana y dominante matriarca en el culebrón de época "Alborada". Raquel Olmedo también reafirmó su categoría de Primera Actriz como la odiosa e impositiva Jacinta en “Barrera de amor” (2006). Daniela Castro hace lo propio por su rol de Lisabetha, una villana con discapacidad visual en la telenovela "Pasión" (2007).
"Marianne" (Maya Mishalska) en "Amor real" (2003) / "Jacinta" (Raquel Olmedo) en "Barrera de amor" (2006) / "Lisabetha" (Daniela Castro) en "Pasión" (2007).
En los 2010s, la telenovela va perdiendo fuerza frente a nuevos formatos televisivos como las series. Aún así, se rescata el trabajo de actrices como Sophie Alexander-Katz como la insufrible Maité, una mujer con ideas erróneas sobre el poder femenino, y de Magda Guzmán como Conchita, una suegra intrigosa y sobreprotectora de un hijo abusador y alcohólico, ambas en la telenovela de crítica social "Para volver a amar" (2010); Vanessa Guzmán con su rol de Ana, la "escort de los políticos" en "Infames" (2012); Lourdes Reyes como la corrupta política Roberta Jáuregui en "Las trampas del deseo"; Jessica Coch como "La Monalisa", una mujer con doble vida en "Amor de barrio" (2015), o la trastornada Cecilia, encaramada por Susana González en "La candidata" (2016).
"Mayte" (Sophie Alexander-Katz) en "Para volver a amar" (2010) / "Doña Conchita" (Magda Guzmán) en "Para volver a amar" (2010) / "Ana" (Vanessa Guzmán) en "Infames" (2012)
"Roberta" (Lourdes Reyes) en "Las trampas del deseo" (2013) / "La Mona Lisa" (Jessica Coch) en "Amor de barrio" (2015) / "Cecilia" (Susana González) en "La candidata" (2016).
Otras actrices que también se han caracterizado por su interpretación de roles antagónicos en las telenovelas son: Malena Doria, Lilia Aragón, Regina Torné, Claudia Islas, Rosa María Bianchi, María Prado, Blanca Guerra, July Furlong, Anna Silvetti, Rebecca Jones, Felicia Mercado, Magda Karina, Susana Zabaleta, Lorena Herrera, Sabine Moussier, Ana Patricia Rojo, Karla Álvarez, Elizabeth Álvarez, Laura Carmine y Altair Jarabo, entre otras más.
Malena Doria / Lilia Aragón / Regina Torné / Claudia Islas
Rosa María Bianchi / María Prado / Blanca Guerra / July Furlong
Anna Silvetti / Rebecca Jones / Felicia Mercado / Magda Karina
Susana Zabaleta / Lorena Herrera / Sabine Moussier / Ana Patricia Rojo
Karla Álvarez / Elizabeth Álvarez / Laura Carmine / Altair Jarabo
Los tiempos han cambiado y el melodrama televisivo ha tenido que transformarse. Las historias de princesas de cuento y brujas malvadas de antaño, han evolucionado en personajes más reales y alejados de los clichés típicos que imperaron durante décadas en el género de la telenovela. ¿Volveremos a paralizarnos con otra figura antagónica femenina como las de antaño? Talento actoral hay y de sobra, solo falta una buena historia y también (¿por que no decirlo?), que el espectador juegue un poco más con la imaginación como en épocas pasadas.
Comments