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Telenovelas: "El extraño retorno de Diana Salazar"

Actualizado: 13 mar 2024

Por Luis Miguel Romero

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Dentro del género televisivo de la telenovela, muy pocas veces se han realizado producciones que toquen los temas del suspenso, el terror, la ciencia ficción o la fantasía. Quizá la principal razón de ello sea el presupuesto limitado del cual el melodrama televisivo tiene a su disposición. Además, tocar temas relacionaos a estos géneros, puede resultar un tanto sensible, e incluso perturbador para el público televisivo familiar al que, originalmente, van dirigidas las telenovelas. Aún así, el fascinante cosmos de las telenovelas mexicanas no ha estado totalmente ajeno a estos géneros tan complejos. Prueba de ello son seriales y telenovelas como "Las momias de Guanajuato" (1962) o "La bruja maldita" (1967), "La maldición de La Blonda" (1971) o "El maleficio" (1983). Pero quizá, el proyecto más ambicioso y recordado dentro de las telenovelas mexicanas en el género de la fantasía sea "El extraño retorno de Diana Salazar" (1988).

"El extraño retorno de Diana Salazar" fue una telenovela mexicana producida y dirigida en 1988 por Carlos Téllez para la cadena Televisa. Se transmitió entre abril de 1988 y enero de 1989 en el horario de las 21:00 horas (el Prime Time) a través de la señal de Las Estrellas. El argumento fue escrito por Carlos Olmos, basado en una historia original de Mario Cruz titulada "Hasta que muera la eternidad". La dupla Téllez-Olmos, fueron los responsables de otros notables éxitos televisivos como "Cuna de lobos" (1986) y "En carne propia" (1990). El melodrama fue protagonizado por Lucía Méndez, con las actuaciones estelares de Jorge Martínez y Alma Muriel.


Alma Muriel ("Lucrecia / Irene"), Lucía Méndez ("Leonor / Diana") y Jorge Martínez ("Eduardo / Mario").

El argumento de la telenovela es el siguiente:

En la ciudad de Zacatecas, en la Nueva España del siglo XVII, la aristócrata Doña Leonor de Santiago (Méndez), está a punto de casarse con Don Eduardo Carvajal (Martínez). Leonor posee un don muy singular: poderes psíquicos, mismos que le permiten manipular objetos con la mente (telequinesis) y cierto nivel de precognición. Este secreto es descubierto por Lucrecia Treviño (Muriel), la despechada ex-amante de Carvajal. Justo el día en que se celebra el compromiso entre Leonor y Eduardo, Lucrecia se presenta en la reunión y acusa a Leonor de brujería ante el Santo Oficio de la Inquisición. Una alterada Leonor, exhibe sus poderes ante los invitados y de inmediato es aprehendida por el tribunal inquisidor. Ella es sometida a juicio y se le condena a morir en la hoguera por practicar las artes ocultas. Sin embargo, Eduardo también es acusado de complicidad ante una horrorizada Lucrecia (quién en realidad si maneja la magia negra). Una vez en la hoguera, Leonor y Eduardo se juran amor eterno. Acto seguido perecen entre las llamas. Por su parte, Lucrecia termina cometiendo suicidio.

Tres siglos después, Leonor, Eduardo y Lucrecia, terminan reencarnando en las figuras de Diana Salazar, Mario Villarreal e Irene del Conde, respectivamente. Diana es una dulce joven universitaria que vive atormentada por el hecho de poseer dones sobrenaturales y sufrir de pesadillas donde se ve, en otro tiempo, morir ante las llamas. Obviamente, al inicio, Diana ignora que estos son recuerdos de su vida pasada. Ella comienza a buscar ayuda y llega a manos de Irene del Conde, quién es una respetable psiquiatra en esta época y al igual que Diana, ignora su vida pasada. Un accidente provoca que Irene recuerde su pasado y retome su objetivo: destruir a Diana y evitar que, de nuevo, le robe el amor de Eduardo, ahora reencarnado en el ingeniero Mario. La desventurada Diana pasa por un largo camino para descubrir su verdadero pasado, dominar sus poderes y librar las trampas que Irene le pone en el camino para encontrar la felicidad con Mario...


Como se puede analizar, en "El extraño retorno de Diana Salazar" se tocaron temas atípicos en la televisión mexicana como la brujería, la reencarnación, los poderes psíquicos y la Santa Inquisición. La telenovela gozó de un enorme éxito al momento de su transmisión. Parte de este éxito se debió también a la popularidad de su protagonista, la actriz y cantante Lucía Méndez, una de las estrellas más importantes de los melodramas mexicanos, y que, en ese momento, gozaba de uno de sus momentos cumbres de popularidad. A ella le acompañó un elenco espectacular: Alejandro Camacho, Patricia Reyes Spíndola, Carlos Cámara, Rosa María Bianchi, Adriana Roel, Ariadne Welter, Chela Nájera, Arturo Beristáin, Alejandro Tommasi y Lolita Cortés. El coprotagonista de Méndez fue el actor argentino Jorge Martínez, en su primera y única incursión en la televisión mexicana. Mención especial merece la interpretación de la finada Alma Muriel en el rol antagónico principal de la trama que, por momentos, parecía eclipsar a la protagonista debido a su brillante actuación.

En su momento, los valores de producción de la telenovela fueron alabados por su calidad. Se cuenta que el laureado cineasta mexicano Guillermo del Toro (ganador del Premio Óscar), contribuyó en los efectos especiales y es el creador de los inolvidables ojos amarillos que lucía la protagonista de la historia cada que vez que utilizaba sus poderes psíquicos. Por supuesto, una historia tan atrevida levantó polémicas y suspicacias entre la gente. Se cuenta que, gracias a esta historia, Lucía Méndez fue vinculada en una fabulosa e irreal historia de narco-satanismo. Lo que si fue cierto es que Méndez hubo de pasar mil y un vicisitudes para poder sobrellevar su embarazo durante la trama y no romper con la fantasía del espectador.

Mención especial merece la musicalización de la telenovela. Todos los temas incidentales fueron de la autoría de Pedro Plasencia Salinas. El tema musical que se compuso para el opening de la telenovela fue “Un alma en pena”, interpretado por Méndez y de inspiración de Juan Gabriel. Por desgracia, el tema solo se emitió en el primer episodio. Luego se cambió por otro (“Morir un poco”, de Fernando Riba y Kiko Campos). Esto debido a que la estrofa de la canción que mencionaba a “unos sacerdotes infames”, le pareció blasfemo a los ejecutivos de la televisora. Sin embargo, "Un alma en pena" se convirtió en un éxito en la radio. El video musical de la canción es considerado uno de los mejores de la década de los 1980’s por la cadena de videos VH1.

Después de “El extraño retorno de Diana Salazar”, la telenovela mexicana solo ha producido dos melodramas más con temas relacionados a la ciencia ficción: “La casa al final de la calle” (1989) y “La Chacala” (1997). Luego, la fantasía en la telenovela mexicana parece haberse extinguido. En 2020, la cadena Televisa respondió a los deseos del nostálgico teleauditorio y la telenovela fue retransmitida a través de la señal de TLNovelas (canal dirigido por Televisa). A pesar de los años, la historia ha mantenido a un notable grupo de fieles seguidores que han tratado de mantener vivo el legado de esta producción a través de los medios digitales. La historia también está disponible en la plataforma streaming Vix, propiedad del conglomerado TelevisaUnivisión. Y aunque las nuevas generaciones ya no son afectas a los melodramas televisivos, "El extraño retorno de Diana Salazar" es un clásico inusual del melodrama televisivo mexicano, al que bien vale la pena echarle un ojo, aunque sea por curiosidad.



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