Por Luis Miguel Romero
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En la década de los 1960s, la muy joven televisión mexicana, comenzó a incursionar en el género del horror y suspenso. Lo hizo a través de seriales antológicos como “Las momias de Guanajuato” (1962) y “La bruja maldita” (1967). Cuando las telenovelas comenzaron a dominar el gusto de los telespectadores, la cadena Televisa (entonces Telesistema Mexicano), realizó la primera telenovela que abordó temas sobrenaturales. Se trata de “La maldición de La Blonda” (1971), protagonizada por la actriz Gloria Marín. Pero en la década siguiente (los 1980s), se realiza una nueva telenovela que aborda los géneros del horror y el suspenso. En ese momento, las telenovelas ya se habían convertido en el género favorito de las audiencias televisivas en todo México y Latinoamérica. Es por ello, que este nuevo melodrama de tintes paranormales causó un éxito y un impacto masivo. En este espacio de #Telenovelas, hablamos ahora de “El maleficio”.
“El maleficio” es una telenovela mexicana estrenada en 1983 a través de la frecuencia de Las Estrellas, de la cadena Televisa. Fue producida por Ernesto Alonso “El Señor Telenovela” y dirigida por Raúl Araiza. Está basada en una historia original de Fernanda Villeli. Fue protagonizada por el propio Ernesto Alonso, acompañado por un reparto de actores entre los que se encuentran Jacqueline Andere, Norma Herrera, Humberto Zurita, Carmen Montejo, Erika Buenfil, Sergio Goyri, Sergio Jiménez, María Sorté, Rebecca Jones, Alfredo Leal, Patricia Reyes Spíndola, Armando Araiza, Carlos Bracho, Raquel Olmedo y Malena Doria, entre otros. La telenovela comenzó sus transmisiones el 7 de febrero de 1983, finalizando las mismas el 27 de abril de 1984. Se transmitió de lunes a viernes a las 19:00 hrs. en la frecuencia de Las Estrellas. El argumento del melodrama es el siguiente:
Beatriz (Andere), una respetable viuda, conoce al poderoso millonario Enrique de Martino (Alonso), quien la deslumbra con sus atenciones y acepta casarse con él. La vida de Beatriz y sus hijos se altera al mudarse a la Mansión de Martino, donde entran en contacto con los extraños hijos de Enrique: Jorge (Zurita), César (Goyri) y Raúl (Jiménez). Beatriz descubre que su esposo es un ser perverso y que empujó al alcoholismo a su primera esposa, Nora (Herrera). A su vez, Juanito (Araiza), hijo de Beatriz, manifiesta una suerte de poderes paranormales que reaccionan al tener a su nuevo padrastro cerca de él.
Enrique en realidad es un poderoso y perverso hechicero que ha hecho su fortuna gracias a la magia negra. A través de la hechicera Teodora (Reyes Spíndola), Enrique rinde culto a un demonio llamado "Bael", mismo que se manifiesta a través de un cuadro que Enrique tiene en su oficina. Enrique también tiene nexos con un grupo de mafiosos que operan en Nueva York y prepara a su hijo Jorge para sucederlo en el control de su fortuna y sus negocios turbios.
Pero Roberto (Leal), el esposo de Beatriz, en realidad no ha muerto y reaparece fingiendo ser su hermano gemelo Ricardo. Este decide salvar a su familia de las garras de Enrique y su clan. Y es que, en medio de todo, Jorge abusa de Vicky (Buenfil), la hija mayor de Beatriz y la embaraza, por lo que son obligados a casarse. Jorge reniega de su matrimonio y de su hijo, rompiendo con uno de los códigos sagrados de la fraternidad del mal a la que él y su padre pertenecen: no negar nunca su sangre. Ante esto, Enrique desconoce a Jorge y empieza a poner sus ojos en Juanito para convertirlo en su heredero.
La telenovela causó revuelo por tratar, de manera abierta, diversos temas paranormales, tales como el satanismo, los poderes psíquicos, la brujería y el ocultismo. Esto llamó la atención de manera singular debido a los estrictos códigos de censura que imperaban en la televisión mexicana de la época. Y es que, en la misma, se hablaba abiertamente de temas diabólicos y aparecían misas negras y rituales (abordados de una manera muy superficial evidentemente). El teleauditorio sentía terror específicamente debido al cuadro de “Bael”, el demonio al que adoraba de Martino. Este cuadro representa a un hombre europeo, ataviado con indumentaria del siglo XIX. Según se dice, la pintura al óleo era propiedad de Ernesto Alonso, quién la adquirió durante un viaje a Italia, atraído por que el hombre del retrato tenía cierto parecido con él en su juventud. A Alonso le pareció apropiado utilizar este retrato al iniciar la producción de la telenovela. Y al parecer no había nada extraordinario en él. Pero esta opinión cambió al iniciar la grabación del melodrama. Y es que, de acuerdo al testimonio de actores y staff de la producción, numerosos sucesos paranormales comenzaron a suceder durante las grabaciones. El más famoso ocurrió justamente con el cuadro el cual, al parecer, se caía o se movía de lugar sin razón alguna. Además, la producción afirma que también solían verse siluetas merodeando por los camerinos y los lugares donde se grababa la telenovela.
Esta situación llevó a varios actores a protegerse de distintas maneras “de manera espiritual”, llevando amuletos y escapularios debajo de la ropa. El propio Ernesto Alonso afirmaba llevar un rosario con una cruz bendita debajo de su ropa cada vez que realizaba las invocaciones ficticias al demonio. Aquello traspasó los foros de grabación, pues la actriz Malena Doria reveló que ella realizó limpias espirituales a su casa, donde, según decía, también sucedían sucesos extraños.
Ante el furor causado en el teleauditorio, Ernesto Alonso decide realizar una secuela de la telenovela, pero esta vez, en el cine. “El maleficio II: Los enviados del infierno” se realizó en 1986, bajo la dirección de Raúl Araiza y la producción de Televisa (Televicine). Llevó en los roles estelares a Ernesto Alonso, Lucía Méndez, Eduardo Yáñez y Alejandro Camacho. En esta secuela, Enrique de Martino regresa a recuperar el cuadro de “Bael” el cual, supuestamente, fue destruído al final de la telenovela. La cinta consiguió un Premio Ariel del cine mexicano como Mejor música, para Memo Méndez Guiú, y una nominación a Mejor fotografía para José Ortíz Ramos.
El furor del melodrama también llevó a su autora, Fernanda Villeli, a lanzar la historia en formato de libro, logrando un gran éxito en ventas.
Durante muchos años, se habló de la realización de un remake de la telenovela. En 2018, Televisa inició el concepto de “Fábrica de Sueños”, en el que se realizan nuevas versiones de telenovelas clásicas. Desde ese momento se concretó la realización del remake de “El maleficio” y se habló de actores como Guillermo García Cantú o Alejandro Tommasi para encarnar a Enrique de Martino.
La nueva versión televisiva finalmente inició grabaciones en 2023 bajo la producción de José Alberto Castro y el actor Fernando Colunga fue finalmente el elegido para encarnar al emblemático villano. La serie inició transmisiones por Las Estrellas el 13 de noviembre de 2023. Además de Colunga, la serie cuenta con las actuaciones de Marlene Favela, Jacqueline Andere, Mark Tacher, Julián Gil, Sofía Castro, Rafael Inclán, Adrián Di Monte, Sergio Basañez, Ana Belena, Pedro de Tavira y Alejandro Ávila, entre otros.
Independientemente del resultado de la nueva versión ante los espectadores, la versión original de “El maleficio”, es una verdadera joya atípica del género de la telenovela, en México y en el mundo, que bien vale la pena admirar, al menos por curiosidad.
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