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Telenovelas: "Vivir un Poco"

Actualizado: 21 jun 2023

Por Luis Miguel Romero

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“La Madrastra”, historia del escritor chileno Arturo Moya Grau, es una de las fórmulas mejor probadas en la Historia de las telenovelas y de la televisión en general. En 1985, la historia se realizó por primera vez en México bajo el nombre de “Vivir un poco”. Esta versión, fue aclamada por la crítica y gozó de altos índices de audiencia, convirtiéndose en todo un clásico. A raíz de su éxito, la historia ha sido versionada en varias ocasiones más. En esta ocasión, haremos una reseña de esta primera versión en la televisión mexicana y el por que su historia sigue cautivando a la audiencia hasta el presente.



Arturo Moya Grau (1920-1994)

“La Madrastra” fue realizada por primera vez en Chile en 1980. Su autor, Arturo Moya Grau (1920-1994), es considerado uno de los grandes exponentes de la dramaturgia chilena, referido algunas veces como “el Shakespeare chileno”. De su autoría son otros clásicos también llevados a la televisión como “La Colorina” o “El padre Gallo”.

La telenovela fue todo un suceso en Chile, pues fue la primera telenovela realizada a colores en el país. Fue protagonizada por la actriz chilena Yael Unger, considerada la actriz favorita de Grau y protagonista de otras de sus historias para la televisión. La telenovela fue dirigida por Óscar Rodríguez Gingings y transmitida por el Canal 13 de Chile.


Angélica Aragón

Ante el impacto de las historias de Grau, la cadena de televisión mexicana Televisa comenzó a interesarse en su trabajo y a importar sus historias a la televisión mexicana. En 1985, decidió producir una versión mexicana de “La Madrastra” con el nombre de “Vivir un poco”. Esta versión fue producida por Valentín Pimstein y estelarizada por Angélica Aragón. Contó con un reparto de primer nivel: Rogelio Guerra, Beatriz Sheridan, Carlos Ancira, Irma Lozano, Gregorio Casal, Nuria Bages, Inés Morales, Claudio Báez, Augusto Benedico, Patricia Pereyra, Arturo Peniche, Alma Delfina, Juan Antonio Edwards, Alberto Mayagoitia, Jaime Garza, Felicia Mercado, Rafael Inclán, Manuel “Flaco” Ibáñez y Aurora Molina, entre otros más, todos ellos bajo la dirección de Rafael Banquells (con Beatriz Sheridan y Pedro Damián dirigiendo diálogos y locaciones). Antes de continuar, es importante hacer una sinopsis de la historia de esta versión mexicana para, de esta forma, conocer el por qué de su gran impacto mediático. Dicha sinopsis es la siguiente:



Angélica Aragón & Rogelio Guerra

En 1965, Andrea Santos (Aragón), junto con su esposo Gregorio Merisa Obregón (Guerra), sus cuñadas Aura (Sheridan) y Rosa (Lozano) y un grupo de amigos, deciden hacer un viaje de placer a Argentina. Sin embargo, aquel viaje resultó en una tragedia. Martha (Kara Glover), una de las integrantes del grupo de viajeros, es asesinada a sangre fría en su habitación del hotel donde todos se hospedaban. La tragedia se intensifica al descubrirse a Andrea con el arma homicida en la mano. Andrea es inocente, pero comete el error de tomar dicha arma. Obviamente todas las pruebas la señalan como única culpable. Tras un juicio, Andrea es declarada culpable y condenada a purgar una condena de cadena perpetua en una prisión en Buenos Aires. Su esposo se ve obligado a abandonarla, divorciarse de ella y volver a México presionado por sus hermanas. Y es que Andrea y Gregorio tienen dos hijos pequeños ¿Cómo explicarles que su madre es una asesina y que pasará el resto de su vida cumpliendo una condena en un país tan lejano de México? Al volver a México, Gregorio y sus amigos deciden guardar el secreto y hacerles creer a los niños que su madre ha muerto.



Pasan veinte años y Andrea vive un infierno, completamente amargada y resentida con la vida por su situación. Su único consuelo es su contacto epistolar con el Padre Benigno (Benedico), su confesor en México, quién además le hace llegar a Argentina artesanías y comida mexicana, mismas que Andrea vende y con la que logra acumular una generosa fortuna. Sin embargo, gracias a su buena conducta en prisión y con el apoyo de un buen abogado, Andrea consigue un indulto y se le concede la libertad condicional. Andrea decide volver inmediatamente a México con dos objetivos muy claros: descubrir al verdadero asesino de Martha, quién está entre el grupo de amigos que viajaron con ella a Argentina veinte años atrás, y encontrarse con sus hijos, quiénes la creen muerta y llevan años venerando la foto de una mujer que creen que es su difunta madre. Tras volver a ver a Andrea, todos los posibles sospechosos palidecen. Andrea obliga a Gregorio a volver a casarse con ella para poder estar cerca de sus hijos, convirtiéndose en “La Madrastra”.


Valentin Pimstein (1925-2017)

Televisa inicialmente no compró los derechos de la historia a Moya Grau, sino que hizo su propia “versión libre”. Esto provocó que el autor entablara una demanda contra la cadena. Esta llegó a buen término. A Grau se le respetó su crédito de autor, se le pagó una suma millonaria y además Televisa tuvo acceso completo a su catálogo de historias. Por ello la historia tuvo un cambio de nombre. El productor Valentín Pimstein decía que la historia debía llamarse “Morir un poco”, pues la protagonista moría un poco cada día por la cruel injusticia que vivía. Pero, de acuerdo al testimonio de la actriz Angélica Aragón, Pimstein era muy supersticioso y decidió cambiar el título a “Vivir un poco” que, además, hacía referencia a sus iniciales (VP).


La telenovela rompió récord de audiencia. Sus tintes de thriller de suspenso (al estilo película de Hitchcock o novela de Agatha Christie), fascinaron a la audiencia. Incluso el público masculino, poco habitual a consumir melodramas televisivos, se vio atraído por esta historia, estupendamente bien dirigida, con grandes valores de producción y sobre todo, excelentemente actuada por grandes actores, muchos de ellos figuras consagradas del teatro (Sheridan, Ancira, Benedico). Angélica Aragón no había sido considerada originalmente para protagonizar la historia, aunque llevaba ya varios años dentro de los repartos de las telenovelas de Pimstein. De acuerdo con la actriz Jacqueline Andere, ella había sido considerada para el rol estelar, pero un accidente que sufrió, llevó a la producción a elegir a otra actriz. La elección de Aragón no pudo haber sido más atinada


La historia también causó escozor entre los censores. Una escena de la actriz española Inés Morales en lencería, causó que la telenovela fuera retirada del Prime Time (las 21:00 hrs.) y trasladada al horario de las 23:00 hrs.


Ofelia Medina

Cuentan con humor los actores del reparto que la gente en las calles los acosaba con que les revelara el nombre del verdadero asesino de la trama. Y es que, en esa época, las telenovelas mexicanas realmente paralizaban a todo el país. Según se dice, ni los actores tenían acceso a esa información, que se conservaba en el mayor misterio por la producción. Un detalle a destacar es la música incidental de la telenovela, compuesta por Amparo Rubín y que acompañaba a la maravillosa secuencia de entrada de la telenovela, donde se veía a la protagonista implorando la clemencia de su marido y afirmando su inocencia del crimen que se le imputaba.


En 1996, Televisa decide hacer un remake de esta historia como un vehículo para el regreso estelar a las telenovelas de la actriz Ofelia Medina. Esta versión fue una co-producción con Chile, producida por Lucero Suárez y Juan Osorio. Tal vez el mezclar elenco mexicano y chileno, no convenció a la audiencia mexicana. Del horario estelar, la telenovela fue removida a un horario vespertino y finalmente Ofelia Medina renunció. Ante esta situación, la trama original se modificó y se tuvo que matar a la protagonista.



De forma paralela, Televisa, en un intento por incursionar en el mundo de las series estadounidenses, co-produjo con Fox Television, una versión en inglés de la historia titulada “Forever”. Fue producida por Carlos Sotomayor y protagonizada por Maria Mayenzet. Al igual que la versión que se realizaba en México, la serie pasó sin pena ni gloria.



En 2005, ya comenzada la era de los remakes telenoveleros, Televisa decide hacer una nueva versión de esta historia, respetando el título original de “La Madrastra”. La telenovela fue producida por Salvador Mejía y estelarizada por Victoria Ruffo. La telenovela tuvo buenos valores de producción y un elenco, mayoritariamente bueno. Y aunque tuvo un éxito de audiencia muy considerable y hasta un final alternativo, en el odioso afán de comparar, no logró superar a la versión de 1985.



En 2014, la cadena colombiana RTI Television, junto con Mundo Fox y RCN Televisión, realizan una nueva versión de esta historia con el título de “¿Quién mató a Patricia Soler?”, con la actriz mexicana Itatí Cantoral en el rol estelar. La telenovela tuvo éxito, pero limitado solo al mercado local colombiano y a las audiencias hispanas de los Estados Unidos.



En 2022, el consorcio TelevisaUnivision estrena una nueva versión de “La Madrastra”. Esta versión es producida por Carmen Armendáriz y lleva en el rol estelar a la actriz Aracely Arámbula. ¿Es necesaria una nueva versión de una historia que ya todo el mundo conoce? ¿Dónde está el factor sorpresa de saber quién es el asesino? De acuerdo con las palabras de la actriz Angélica Aragón, la historia ya es demasiado vieja. No hay ninguna razón de peso para volverla a hacer.


Hasta el momento, ni siquiera la versión original chilena puede considerarse como superior a la primera versión mexicana, que es un clásico que perdura con el paso del tiempo. La historia ha sido calificada por los medios y críticos latinoamericanos como uno de los mejores guiones de televisión en español de todos los tiempos, además de ser citada como una influencia clave en las producciones televisivas que inspiran a los guionistas hasta el presente.


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